Los que adquirían esta variedad otros años no lo harán en esta ocasión al carecer de un almacén

Cien mil kilos de treixadura carecen aún de comprador

Viñedos de la Denominación de Origen Monterrei. (Foto: A.R.)
Las vides de la variedad autóctona treixadura están suponiendo un problema para muchos viticultores de la comarca de Monterrei, ya que las bodegas amparadas por el sello de calidad de la Denominación de Origen optan por adquirir sólo variedad godello para elaborar sus vinos. El propio presidente del Consello Regulador, Antonio Méndez Atanes, reconoce esta 'preferencia de las bodegas por el godello'. 'Hay bodegueros que continúan utilizando treixadura, pero la mayoría se van al godello, al considerar que puede ser un vino de mayor calidad', apuntó.
En los viñedos amparados por la Denominación de Origen Monterrei predominan, en la categoría de uvas blancas, las variedades godello, treixadura y dona blanca. En las tintas, la estrella es la mencía. Ninguna de estas variedades tiene problemas de salida en el mercado excepto la treixadura, que en su mayor parte debe ser vendida a bodegas foráneas. En la presente campaña, según los datos que maneja el organismo regulador, alrededor de cien mil kilos de uvas esperan todavía comprador, que en caso de que no aparezca serán utilizadas para hacer vinos en pequeñas bodegas que no están amparadas por el sello de calidad.

Juan José Suárez es dueño de dos viñas y en una de ellas todas las variedades son de treixadura. 'Cuando realizamos la plantación, los técnicos nos aconsejaron esta variedad dada su producción y calidad y ahora tenemos problemas para vendar las uvas', explica, recalcando que hasta la fecha vendía unos 20.000 kilos a una bodega de Pontevedra, 'pero este año no las quieren por no tener un local propio en el que almacenarlas', apunta.


GESTIÓN INFRUCTUOSA

La producción de la variedad treixadura se reparte por toda la comarca, aunque es más numerosa en las zonas de Albarellos, Villaza y Pazos. Los productores solían utilizar hasta el momento la antigua cooperativa, situada en una margen de la carretera que enlaza Villaza y Albarellos, para almacenar la producción y venderla a bodegas foráneas, mayoritariamente de Pontevedra. Pero este año les surgió un problema al negarse los responsables de la citada bodega a prestar sus instalaciones como almacén, alegando falta de espacio. El Concello de Monterrei intentó buscar un nuevo local, pero según el alcalde, José Luis Suárez Conde, 'no lo encontramos, no podemos prestar el servicio', dijo.

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