El Concello de Verín considera inviable el traslado de la subestación de Fenosa del casco urbano. Por este motivo, y aunque denegó la licencia de apertura a la empresa (de la que carece desde que fue construida, hace 33 años), le dará facilidades para que desarrolle un proyecto que persigue minimizar el impacto visual, sonoro (ruidos) y de radiaciones, que consistirá en acorazar con bloques de hormigón los transformadores y rodear de vegetación la instalación. Los vecinos afectados rechazan esta opción.
El alcalde de Verín, Juan Manuel Jiménez, firmó hace dos meses un informe elaborado por los servicios jurídicos del Concello mediante el que denegó la licencia de apertura de la subestación eléctrica a Unión Fenosa, solicitud que había cursado aprovechando que están vigentes las normas subsidiarias de 1986 y teniendo en cuenta que carece del permiso desde que se construyó, en 1976.
Sin embargo, el regidor denegó dicha licencia sin estar convencido ya que existe otro informe del aparejador que es favorable, además una sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de 2006 que la da la razón a la empresa.
Argumenta que el Concello buscará una solución para legalizarla ya que no es viable el traslado del casco urbano debido a su alto coste económico y afirma que dará facilidades para que la empresa pueda desarrollar un proyecto que pretende reducir el impacto visual, sonoro (ruidos) y de radiaciones.
Obras
Fenosa sustituirá los transformadores por otros nuevos que no hacen ruido. Además, será acorazada con bloques de cemento, con cubos de hormigón similares a los de otras subestaciones de ciudades como la que hay junto al edificio de Correos en Ourense, en la Alameda, explicó el alcalde, garan tizando que también se desarrollaran mediciones y controles de las radiaciones y el recinto será rodeado con vegetación.
El alcalde de Verín dice que no se trata de una ampliación, obra que no sería posible porque está fuera de ordenación urbanística, una figura que sólo autoriza trabajos de adecuación y mantenimiento.
Con estas medidas, el alcalde considera que se pondrá final al impacto negativo de la subestación en el entorno de la avenida de Portugal.
Campos electromagnéticos insalubres
Vecinos de la avenida de Portugal así como profesores y padres de alumnos rechazan el proyecto de Fenosa y solicitan el traslado del casco urbano. Octavio Cid, uno de los portavoces del colectivo afectado, argumenta que para nosotros sí supone una ampliación ya que en el expediente consta un incremento de la potencia y el montaje de dos nuevos transformadores, de tal forma que supondría la construcción de una nueva subestación y no su adecuación.
Asegura que lo más grave son las ondas electromagnéticas que produce ya que, según un estudio realizado en el 2004, en los edificios colindantes como algunas casas y el Instituto Taboada Chivite, la emisión es de entre 101 y 155 nanoteslas (unidad que mide los campos electromagnéticos), cuando el máximo debe ser de 30. Superar este límite supone daños para la salud, según la comunidad científica independiente. Por ello, los afectados rechazan que se mantenga el emplazamiento en la avenida de Portugal.
Sin embargo, el regidor denegó dicha licencia sin estar convencido ya que existe otro informe del aparejador que es favorable, además una sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de 2006 que la da la razón a la empresa.
Argumenta que el Concello buscará una solución para legalizarla ya que no es viable el traslado del casco urbano debido a su alto coste económico y afirma que dará facilidades para que la empresa pueda desarrollar un proyecto que pretende reducir el impacto visual, sonoro (ruidos) y de radiaciones.
Obras
Fenosa sustituirá los transformadores por otros nuevos que no hacen ruido. Además, será acorazada con bloques de cemento, con cubos de hormigón similares a los de otras subestaciones de ciudades como la que hay junto al edificio de Correos en Ourense, en la Alameda, explicó el alcalde, garan tizando que también se desarrollaran mediciones y controles de las radiaciones y el recinto será rodeado con vegetación.
El alcalde de Verín dice que no se trata de una ampliación, obra que no sería posible porque está fuera de ordenación urbanística, una figura que sólo autoriza trabajos de adecuación y mantenimiento.
Con estas medidas, el alcalde considera que se pondrá final al impacto negativo de la subestación en el entorno de la avenida de Portugal.
Campos electromagnéticos insalubres
Vecinos de la avenida de Portugal así como profesores y padres de alumnos rechazan el proyecto de Fenosa y solicitan el traslado del casco urbano. Octavio Cid, uno de los portavoces del colectivo afectado, argumenta que para nosotros sí supone una ampliación ya que en el expediente consta un incremento de la potencia y el montaje de dos nuevos transformadores, de tal forma que supondría la construcción de una nueva subestación y no su adecuación.
Asegura que lo más grave son las ondas electromagnéticas que produce ya que, según un estudio realizado en el 2004, en los edificios colindantes como algunas casas y el Instituto Taboada Chivite, la emisión es de entre 101 y 155 nanoteslas (unidad que mide los campos electromagnéticos), cuando el máximo debe ser de 30. Superar este límite supone daños para la salud, según la comunidad científica independiente. Por ello, los afectados rechazan que se mantenga el emplazamiento en la avenida de Portugal.
