Un hombre descubrió la pólvora durante una revisión en el inmueble que heredó de sus abuelos
Agentes de Servicio de Desactivación de Explosivos (Tedax)de la Guardia Civil de Pontevedra se incautaron de un kilo de pólvora negra que un vecino de Sandiás, identificado como E.A.C., de 40 años, encontró en una vivienda que heredó en una margen de la carretera N-525 en A Gudiña.
El material explosivo estaba perfectamente embalado en una caja, en la que figuraba la inscripción: Unión Explosivos Río Tinto.
El vecino descubrió la pólvora durante una revisión en el inmueble, que heredó de sus abuelos. Acto seguido alertó a la Guardia Civil, que recurrió a los efectivos del grupo Tedax para que examinaran y se hicieran cargo del material explosivo para, según fuentes de la investigación, su posterior destrucción.
Los agentes abrieron una investigación y trabajan con la hipótesis de que la pólvora fue adquirida durante el siglo pasado para posiblemente recargar cartuchos que posteriormente serían utilizados en una escopeta para la caza menor.
La recarga de cartuchos de escopetas una vez utilizados en la caza, según fuentes del Instituto Armado, era una práctica habitual a mediados del siglo pasado, dado que los cazadores, de esta manera, ahorraban dinero. Comprarlos nuevos les salía más caro. Los afectados podrían adquirir la pólvora sin control en diferentes negocios, actividad que está ahora completamente prohibida.
