El último desperfecto se produjo en su techumbre, provocado por las lluvias de los últimos días

El deterioro del balneario de Fontenova aumenta día a día

Fachada principal del emblemático edificio del balneario de Fontenova en Verín, cerrado a cal y canto y al que no se puede acceder desde los 70.
El paso del tiempo y la falta de actividad y conservación está provocando el deterioro del que fue uno de los más importantes balnearios de Verín, el de Fontenova, con un último episodio en que la lluvia provocó que se derrumbara parte del techo. Las instalaciones son propiedad del empresario luso José de Sousa Cintra, que aún tiene en funcionamiento la planta embotelladora de agua, situada en la parte posterior, pero mantiene tapiadas ventanas y puertas de lo que fue el edificio terapéutico, cerrado desde la década de los años 70.
Eso sí, los vecinos disponen de una pequeña fuente con dos grifos en el exterior para abastecerse de agua, declarada de utilidad pública el 15 de noviembre de 1904, entonces conocida como 'Fuente del Espido'. Se trataba de un pozo de un metro de profundidad del que brotaba agua a 17 grados de temperatura y con un caudal de 1.320 litros por hora.

El balneario fue construido en 1935 y goza de protección especial dentro del plan de urbanismo de Verín. Su arquitectura permitió habilitar duchas dorsales, lumbares, abdominales, frías y calientes, escocesas, baño de asiento, así como un dispensario médico. Sus servicios y la calidad de sus aguas, indicadas para el tratamiento de dolencias renales, estomacales, hepáticas e intestinales, atrajeron a numeroso público hasta la década de los años 70, cuando fue cerrado al público, justo cuando su agua acaba de ser declarada minero-medicinal.

El empresario luso no tiene previsto de momento reabrirlo. Al menos así lo aseguró su contable en la planta embotelladora -en la que trabajan cinco personas-, Francisco Pardo. 'Ya hubo varios contactos y negociaciones, pero no fructificaron', apuntó, recalcando que el agua de Fontenova continúa estando en el mercado, aunque no se está embotellando como hace años.

El empresario, que tiene otro balneario en ruinas en la comarca, el de Requeixo (Monterrei), llegó a tener a 20 trabajadores en plantilla entre los años 80 y 90. De hecho, Sousa Cintra anunció en el año 2004, durante la celebración del centenario de la declaración de utilidad pública, una expansión de la empresa que se materializó.

El Concello de Verín ya intentó en varias ocasiones poner en valor las instalaciones, que de hecho tiene incluidas en su Ruta das Augas. El propio alcalde, Juan Manuel Jiménez Morán, negoció sin éxito una posible cesión.

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