Los trabajos realizados cerca de la Serra do Larouco descubrió un recinto rodeado de fosos
Los trabajos de la segunda fase de intervenciones programadas en el Castro de A Saceda, ubicado en el municipio de Cualedro, concluyeron ayer y, entre otras cosas, sirvieron para certificar, definitivamente, la antigüedad de este asentamiento, que tuvo su primera ocupación hace 2.400 años. Además, como confirmó el director del proyecto, Martiño Xosé Vázquez Mato, "tamén se atopou unha muralla máis, criamos que só eran tres; e conseguimos documentar que o castro estaba rodeado por unha colección de fosos e parapetos que contribuían, ó igual que as murallas, ó sistema defensivo do mesmo". Los trabajos dejaron también a la luz una mina de agua utilizada, probablemente, en su día por sus ocupantes, "que se sospeitaba existía pola toponimia do lugar no que se asenta, pero da que agora temos confirmación".
La iniciativa de intervenir una vez más en el Castro de A Saceda tiene por objetivo recuperarlo como reclamo turístico para la zona y la provincia, al tratarse del único asentamiento de la geografía ourensana que está oficialmente catalogado como bien de interés cultural. El proyecto fue ideado y potenciado desde el Concello de Cualedro y cuenta con la colaboración de la Fundación Larouco. Fue la cooperativa Xeitura la encargada de su ejecución y la que en los próximos días presentará públicamente sus conclusiones en la Casa consistorial de Cualedro, en una memoria que con posterioridad se remitirá a la Dirección Xeral de Patrimonio de la Xunta con el único propósito de arrancar un compromiso por parte de la Administración autonómica para que se consolide su conservación.
El Castro de A Saceda ya había sido explorado arqueológicamente en los años ochenta por Covadonga Carreño y Antonio Rodríguez Colmenero. Desde entonces y hasta el pasado año, en el que se recuperaron las intervenciones, había permanecido en el olvido.
