Un escape de gas propano en la calle Peña Rey, en el barrio de A Cuña, obligó a desalojar 12 edificios del perímetro, entre las 13.00 y las 17.40 horas. Minutos antes de activar el protocolo de seguridad para accidentes de esta naturaleza, los bomberos de Ourense recibieron una llamada alertando de una rotura en un depósito enterrado en una zona que se hallaba en obras.
Una maquinaria que realizaba excavaciones provocó el escape, al perforar un viejo depósito que el tiempo había dejado en desuso, pero que por alguna extraña razón no había sido vaciado. La Policía Nacional procedió al corte de la manzana y al desalojo inmediato de los vecinos, una precipitación que dejó postales realmente familiares, con algunos ciudadanos deambulando en bata por las aceras del barrio.
Siguiendo el protocolo, técnicos de Gas Natural acudieron a la calle Peña Rey para cerciorarse de que el gas que se perdía no surtía a ninguna vivienda. El depósito de gas, si bien no abastecía a ninguno de los edificios próximos, contenía 12.000 litros de propano en su interior. Los bomberos confirmaron que, cuando se personaron en el lugar de los hechos, el gas ya estaba saliendo por algunas de las vetas abiertas en el depósito. El pequeño tamaño de las mismas hacía que el propano fluyese lentamente hacia el exterior. Ello explica que se mantuviese la zona de influencia cerrada al paso de los vecinos casi cinco horas. Desde los bomberos indicaron que para acelerar el vaciado del depósito optaron por introducir agua en el mismo, lo que provocó una salida más rápida del gas a través de las vetas abiertas.
Liberados los 12.000 litros, y sin peligro para los vecinos, la Policía permitió el acceso a sus hogares.
Siguiendo el protocolo, técnicos de Gas Natural acudieron a la calle Peña Rey para cerciorarse de que el gas que se perdía no surtía a ninguna vivienda. El depósito de gas, si bien no abastecía a ninguno de los edificios próximos, contenía 12.000 litros de propano en su interior. Los bomberos confirmaron que, cuando se personaron en el lugar de los hechos, el gas ya estaba saliendo por algunas de las vetas abiertas en el depósito. El pequeño tamaño de las mismas hacía que el propano fluyese lentamente hacia el exterior. Ello explica que se mantuviese la zona de influencia cerrada al paso de los vecinos casi cinco horas. Desde los bomberos indicaron que para acelerar el vaciado del depósito optaron por introducir agua en el mismo, lo que provocó una salida más rápida del gas a través de las vetas abiertas.
Liberados los 12.000 litros, y sin peligro para los vecinos, la Policía permitió el acceso a sus hogares.
