El Concello indaga en la historia del balneario para saber si eran medicinales

La falta de certificación de las propiedades del agua de Caldeliñas dificulta su venta

Balneario de Caldeliñas, situado en la carretera de Laza. (Foto: Miguel Ángel )
El Concello de Verín solicitó a Industria la declaración de agua mineromedicinal del balneario de Caldeliñas, un trámite que puede tardar en resolverse hasta 24 meses. Para agilizar el proceso, indaga en archivos históricos con el fin de averiguar si llegó a tener dicha certificación antes de 1929 pues si fuera así, la conseguiría en seis meses. Esta carencia obstaculiza su venta.
El balneario de Caldeliñas fue comprado por el Concello de Verín a un particular en el 2004, cuando el gobierno local estaba en manos del tripartito. Sin embargo, nunca llegó a tramitar la declaración de agua mineromedicinal, necesaria para la autorización de la Xunta como instalación termal. El grupo de gobierno ha iniciado los trámites ante Industria para obtenerla, pero el proceso puede tardar en resolverse hasta 24 meses. Con el fin de agilizarlo, indaga en archivos históricos anteriores a 1929 para conocer si llegó a contar con ella en el pasado, teniendo en cuenta que en el siglo XIX era uno de los principales balnearios de Galicia. Y es que en el caso de que fuese así, la tramitación de la declaración se solucionaría en seis meses.

El alcalde, Juan Manuel Jimé nez, afirma que esta carencia es un obstáculo para la venta de la instalación a empresas del sector termal.

‘No estamos de brazos cruzados, sino realizando un gran esfuerzo para que alguna industria especializada adquiera el balneario y lo rehabilite con el fin de brindar tratamientos. Pero el grupo de gobierno anterior hizo mal las cosas y es algo que entorpece la venta’, aclara Jiménez Morán.

Promoción

El regidor de Verín detalla que en el último año el balneario de Caldeliñas fue promocionado en diversos foros de termalismo, tanto en Galicia como en Portugal, con el fin de captar la atención de empresarios del sector termal y que, aunque no prosperó la venta, distintos grupos inversores se acercaron a la villa para conocerlo.

En la actualidad, el Concello sigue abonando recibos anuales de 60.000 euros por la compra del balneario ya que en el 2004, cuando cerró la operación de compra, estableció un ‘leasing’ bancario para financiarlo durante un período de 10 años.

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