Las huestes cristianas volvieron a medirse ayer al ejército moro en la localidad de Retorta (Laza) para impedir que se se llevarán a San Antonio, el patrón del pueblo. Ambos bandos estrenaron vestimenta y armam

Festiva batalla campal en Retorta

El ejército moro rendido a los pies de las huestes cristianas. (Foto: FOTOS: JOSÉ PAZ)
Retorta vivió ayer su tradicional batalla entre moros y cristinos para honrar a San Antonio, patrón de la localidad, perteneciente al municipio de Laza.
En la incruenta batalla participaron alrededor de 60 personas, la mayoría vecinos del pueblo, que este año estrenaron vestimenta y armamento (espadas y cascos). 'As telas para facer os traxes fomos por elas a Marruecos', explicó uno de los organizadores, Gustavo García.

La localidad celebró este fin de semana las fiestas de Santa Rita, que fue sacada en procesión hasta el escenario de la batalla, un paraje natural en las márgenes del río Támega. 'O enfrentamento é en honor a San Antonio, que tamén sae en procesión', añadió Gustavo García, recalcando que la fiesta data de la Reconquista cuando fue sacado el patrón en procesión y los moros intentaron, primero robarlo, y después, comprarlo. 'Os cristiáns non aceitaron y originouse un batalla', recordó el organizador de las fiestas.

La contienda comenzó pasado el mediodía con el desafío -lectura de varias coplas- con las que se simula el robo de San Antonio y la posterior negociación para comprar la imagen. Esta escena fue seguida por el numeroso público que participó en los actos religiosos. Después se inició la batalla en la que, como es habitual, vencieron los cristianos, llevando de nuevo la imagen de San Antonio a la iglesia parroquial. 'Temos que continuar ca festa, porque de non ser así, os pobos pequenos terminan morrendo', añadió García.

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