Podría ser un "déjà vu" pero es la realidad. Ramón Barreal Novo vuelve al sillón que ocupó durante casi tres mandatos seguidos y que perdió en las pasadas elecciones municipales de Laza tras la irrupción de Xuntos y la subida en votos del PSOE, lo que le dejó sin la mayoría absoluta para poder reeditar un cuarto mandato.
Un año, una cesión y una dimisión después, a Barreal le valieron los 432 votos y cuatro ediles electos de los últimos comicios y la falta de entendimiento de las formaciones de izquierda para volver, sin contar con ello, a alzar el bastón de mando. Hace unos días, tras la marcha de Jesús Blanco, Barreal afirmaba que su formación "no tenía miedo" a gobernar sin mayoría, pero esta circunstancia le obligará, irremediablemente, a alcanzar consensos con sus adversarios políticos.
Pasadas 72 horas de la formalización de la renuncia a la alcaldía de Jesús Blanco, quien seguirá manteniendo su acta de concejal, el salón de plenos de Laza volvía a llenarse de vecinos y curiosos que querían presenciar el último episodio de una trama en la que la intriga se mantuvo hasta el final con la posibilidad, pese a todo, de un acuerdo de izquierdas. Sin embargo, Pablo Pazos -número dos del PSOE- no se presentó a la investidura -condición de Xuntos por Laza para dar su apoyo a la formación roja- y tampoco lo hizo el número tres, Ricardo Sobrino. Tampoco existió consenso para apoyar a la alternativa: Jorge Lorenzo, de Xuntos, quien sí contaba con la simpatía, a priori, de Pazos. Finalmente, con cuatro votos a favor de la candidatura de Moncho Barreal, dos a Lorenzo y la abstención del PSOE, la balanza se decantó del lado de los populares quienes recuperaron la hegemonía que hace un año le arrebató el bipartito.