Dos meses después del derrumbe del atrio, todavía no se ha repuesto

La iglesia de Vilardevós sigue esperando al albañil

El muro no ha sido reconstruido desde que hace más de dos meses se derrumbó. (Foto: LUCAS NÚÑEZ)
Las lluvias copiosas de diciembre tumbaron el muro del atrio que envuelve la iglesia de Vilardevós como si fuera de paja, pero los días de tregua que desde entonces ha dado el invierno no han servido para recomponer el desmoronamiento.
De hecho, dos meses después las piedras no sólo siguen ahí, en la misma posición, sino que ya sirvieron para que una vecina, cuando trataba de remontarlas para acceder a la casa de su hermana, resbalase y como consecuencia de la caída, tuviese que ser hospitalizada.

Entretanto, el Concello ha puesto los hechos en conocimiento del Obispado y de la Dirección Xeral de Patrimonio de la Consellería de Cultura. 'Si esperamos a que ésta se pronuncie para seguir sus instrucciones, como corresponde, nos abocamos a una larga espera', señala el alcalde, José Luis Pérez, 'y si intentamos arreglar el muro por nuestra cuenta, nos arriesgamos a que Patrimonio nos multe porque no nos sometimos a sus instrucciones'.

Los vecinos temen que lo siguiente en caer sea 'la iglesia con el cura dentro'. Hablando del cura y de la iglesia, 'llueve sobre mojado'. Porque si el muro se derrumbó en diciembre no fue sólo porque entonces lloviese continuada y abundosamente. 'En este pueblo llueve desde hace siglos, el agua no es nada nuevo', ironiza uno de los vecinos. Sin embargo, hace aproximadamente dos años, 'el cura encargó a unos albañiles que retirasen las escaleras que daban acceso al atrio. No se encomendó a nadie, simplemente le apeteció y las quitó. Ahora, pasa lo que sucede'. Porque aquellas escaleras de piedra precisamente ejercían de contrapeso del muro. 'Retiraron la escalera y cayó el muro en cuando llovió con fuerza'.

Aquello trajo cola, pues 'la decisión del párroco le supuso al Concello una propuesta de multa, por parte de la Dirección Xeral de Patrimonio, de 60.000 euros', revela el alcalde. 'Al final, tras los recursos, pagamos 600. Además, se nos obligaba a restituir las escaleras a la legalidad anterior a que el cura las retirase. Lógicamente, para hacerlo, debíamos seguir las instrucciones de Patrimonio. Bien -asegura José Luis Pérez-, pues seguíamos todavía esperando que nos dijesen cómo reponer las escaleras cuando lo que se vino abajo fue el muro'. Dados estos antecedentes, el regidor de Vilardevós insta a la Xunta a que sea más 'diligente' en cursar las indicaciones para levantar el muro.

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