La feria del vino pasa su ecuador con un incremento en venta de catavinos para degustar los caldos
Los vinos de Monterrei continúan siendo protagonistas en la plaza de la Merced de Verín. La afluencia de visitantes obligó ayer a los diez bodegueros que participan en esta "Feira do Viño" a adelantar casi una hora la apertura de las distintas casetas, que estaba fijada para las 11.00 horas.
El día soleado y las temperaturas alcanzadas en el Val do Támega (el termómetro subió hasta los 31 grados centígrados a las 15.00 horas) facilitó la venta de vino, obligando a los bodegueros a sacar tapas de jamón, queso y chorizo para acompañarlo.
El presidente del Consejo Regulador, Antonio Méndez Atanes, se mostró satisfecho con el transcurrir cotidiano del evento, asegurando que se había incrementado notablemente la venta de catavinos, imprescindible para degustar los caldos. "Aún no tenemos datos concretos, porque se están repartiendo los catavinos por cajas, pero ya se distribuyeron muchos más que en años anteriores", explicó Méndez Atanes.
La fiesta pasó su ecuador (hoy cerrará las puertas a partir de las once de la noche) y los bodegueros tampoco tenían ayer datos sobre posibles ventas y consumo de vino en las distintas casetas, pero el gerente de la bodega Crego e Monaguillo, Ernesto Rodríguez Zarraquiños, considera que la feria es el mejor "escaparate" para promocionar los caldos. "Estamos en pleno mes de agosto, que es cuando la mayoría de la gente, sobre todo de otros rincones de la geografía, nos visita, y es la mejora ocasión para promocionar los vinos", explicó.
Los visitantes pudieron disfrutar por la mañana de la música del grupo Troque y por la tarde del espectáculo de Saray Díaz de Fun Radio y Gramola, que animaron el ambiente con, además de su música, una sesión de coctelería acrobática, que tenían como principal materia los vinos de la comarca.
A la fiesta se sumaron diez restaurantes de la comarca ofreciendo menús a base de los productos locales de Monterrei, rociados con vinos de la denominación de origen.
La fiesta se trasladó sobre la medianoche, ya una vez cerradas las distintas casetas, a la cercana plaza de García Barbón, donde el grupo musical Efecto Mariposa congregó a numeroso público. Aprovechó para presentar su nuevo disco e hizo un recorrido por sus temas más conocidos. El Concello, consciente de la afluencia de personas, ya acordonó la citada plaza sobre el mediodía.
