Lo liderará la Diputación de Ourense y en él participarán también Verín, Monterrei, Baltar y Cualedro
La comparecencia de la alcaldesa de Oímbra, Ana María Villarino Pardo, en el Parlamento de Galicia y convocada por la Comisión especial non permamente de estudio e análise das reformas en política forestal, sirvió para conocer las líneas maestras de un plan propuesto por la compareciente ourensana y liderado por la Deputación de Ourense, en el que también estarán presentes de manera muy activa otros cuatro concellos españoles y dos lusos, Chaves y Montealegre.
Ana María Villarino fue llamada a la comisión parlamentaria como representante de uno de los municipios que más directamente sufrió las devastadoras consecuencias de las llamas, sobre todo en el 2016. En poco más de 12 horas, en el ayuntamiento que preside -con 71,9 kilómetros cuadrados de extensión geográfica- se quemaron algo más de 2.000 hectáreas, convirtiéndolo en uno de los más castigados por el fuego.
Fue precisamente esa barbarie forestal la que impulsó a Villarino Pardo a impulsar un proyecto de custodia territorial enfocado en el aprovechamiento del monte y la contención de los incendios en el territorio fronterizo con el vecino Portugal.
Además de los mencionados municipios ourensanos, en esa candidatura a fondos europeos denominada Raiasecus-t participan la Eurocidade Chaves-Verín, la Comunidad Intermunicipal del Alto Támega, la Dirección Rexional de Agricultura e Pescas do Norte de Portugal, la Universidade Tras os Montes e Alto Douro, todos al otro lado de la "raia". La representación autonómica estará encabezada por la Dirección Xeral de Montes de la Consellería de Medio Rural, el Instituto Galego de Calidade Alimentaria, y las dos Universidades, la compostelana y la viguesa.
Los principales resultados que de este ambicioso proyecto se esperan son, además de la disminución de la recurrencia de los incendios forestales a uno y otro lado de la frontera con Portugal, la mejora de la situación forestal del territorio de aplicación del plan, el desenvolvimiento de productos de calidad asociados a parcelas agrícolas -en particular la potenciación del viñedo, los frutales y la carne de vacuno en extensivo-, así como la implantación de senderos multifuncionales de clara vertiente turística y que posibiliten la revalorización de los recursos patrimoniales.
