La lonja comarcal agropecuaria de Verín, que fue construida en 2001 pero que nunca llegó a funcionar, motivó una iniciativa parlamentaria de la socialista Laura Seara en la que solicita a la Xunta un plan de reactivación para dotarla de uso público. El alcalde, Juan Manuel Jiménez, señala que existe un proyecto para darle utilidad agraria de tal forma que, además de los productores de la comarca, pueda servir para la comercialización de cultivos de las empresas que se asienten en el futuro polígono agrario.
La falta de uso del edificio de la lonja comarcal agropecuaria de Verín, construida hace ocho años y que cuenta con más de 1.000 metros cuadrados, llevó a la parlamentaria socialista Laura Seara a presentar una iniciativa en el Parlamento mediante la que solicita a la Xunta un plan de reactivación de la lonja, acompañado de un estudio de viabilidad sobre posibles usos públicos ya que atópase en estado de total abandono por parte do Concello, apunta. Seara califica de despilfarro de fondos públicos y perda de oportunidades, la falta de uso del inmueble. Recuerda que fue construido por la Xunta, cuando gobernaba Manuel Fraga, con una inversión de más de un millón de euros a cargo de fondos europeos correspondientes a 1999 y 2000. Seara señala que a única saída que foi quen de ofrecer para esta homenaxe á política do despilfarro do PP consiste en utilizar o edificio como almacén de vehículos do Concello e mesmo para eventos lúdicos esporádicos sin aproveitar as oportunidades que pode ofrecer.
Perspectivas
El alcalde de Verín, Juan Manuel Jiménez, señala que existe un proyecto para revitalizar el uso agrario de la lonja para que los productores de la comarca puedan comercializar sus cultivos pero también como complemento para el futuro polígono agrario de Verín, en el que se asentarán empresas que pretendemos que comercialicen desde la lonja sus productos. El regidor reconoce que la lonja fracasó hace ocho años porque no había mentalidad de los agricultores para su uso y tampoco creían en la rentabilidad de la actividad agraria. Pero en estos años hubo una evolución y también hay más empresas relacionadas con la agricultura. Creemos que la lonja tiene perspectivas de futuro.
El Consello Regulador ocupa una sala
El 2001 fue un año marcado por la construcción de la lonja comarcal agropecuaria, una infraestructura que abría un horizonte para la comercialización de la producción agraria. Sin embargo, pese a que entonces se adjudicaba a una empresa que mantuvo la concesión hasta el 2007, nunca llegó a funcionar. En el 2008, el Concello de Verín sacó a concurso la concesión para la gestión de la lonja pero sólo se presentó una oferta que fue rechazada por no reunir los requisitos fijados en el pliego de condiciones.
En la actualidad, una de sus múltiples salas está ocupada por la sede del Consello Regulador. El edificio fue motivo de debate político en los últimos años y la oposición de Verín propuso al alcalde que se emplease para fines culturales, mientras que el grupo de gobierno optó por conservar su uso agrario, una utilidad que también fue respaldada por sindicatos de la comarca como Unións Agrarias. En este momento se evalúa cómo emprender su reapertura.
Perspectivas
El alcalde de Verín, Juan Manuel Jiménez, señala que existe un proyecto para revitalizar el uso agrario de la lonja para que los productores de la comarca puedan comercializar sus cultivos pero también como complemento para el futuro polígono agrario de Verín, en el que se asentarán empresas que pretendemos que comercialicen desde la lonja sus productos. El regidor reconoce que la lonja fracasó hace ocho años porque no había mentalidad de los agricultores para su uso y tampoco creían en la rentabilidad de la actividad agraria. Pero en estos años hubo una evolución y también hay más empresas relacionadas con la agricultura. Creemos que la lonja tiene perspectivas de futuro.
El Consello Regulador ocupa una sala
El 2001 fue un año marcado por la construcción de la lonja comarcal agropecuaria, una infraestructura que abría un horizonte para la comercialización de la producción agraria. Sin embargo, pese a que entonces se adjudicaba a una empresa que mantuvo la concesión hasta el 2007, nunca llegó a funcionar. En el 2008, el Concello de Verín sacó a concurso la concesión para la gestión de la lonja pero sólo se presentó una oferta que fue rechazada por no reunir los requisitos fijados en el pliego de condiciones.
En la actualidad, una de sus múltiples salas está ocupada por la sede del Consello Regulador. El edificio fue motivo de debate político en los últimos años y la oposición de Verín propuso al alcalde que se emplease para fines culturales, mientras que el grupo de gobierno optó por conservar su uso agrario, una utilidad que también fue respaldada por sindicatos de la comarca como Unións Agrarias. En este momento se evalúa cómo emprender su reapertura.
