La parroquia planteó al Obispado remozar el inmueble para convertirlo en residencia religiosa

La rectoral de Verín acogerá a los párrocos sin casa propia

La casa rectoral de Verín. El inmueble está desocupado desde hace dos décadas. (Foto: MARCOS ATRIO)
La casa rectoral de Verín, situada al lado de la iglesia parroquial, en la calle Maior, podría convertirse en un corto espacio de tiempo en una residencia para los sacerdotes de la comarca que carecen de vivienda propia.
El inmueble lleva 20 años vacío y la parroquia acaba de plantear al Obispado su recuperación para destinarlo a viviendas. 'Hay muchos sacerdotes que están residiendo en pisos, pagando alquiler, cuando este edificio está completamente vacío y deteriorándose', explicó el párroco, Manuel Sulleiro.

El inmueble consta de dos plantas con salida hacia la propia iglesia y dotado de patio y huerta. En su construcción predomina la madera, que con el paso del tiempo comenzó a pudrirse. 'La reforma es muy importante, hay que cambiar el piso y el techo, que en algunas zonas fue construido con paja', explicó el sacerdote.


INTENTOS ANTERIORES

La propia parroquia ya intentó realizar obras de mejora en el inmueble, por un lado para evitar que se derrumbe y, por otro, para iniciar la rehabilitación y acondicionarlo para los sacerdotes de la comarca, 'pero la Dirección Xeral de Patrimonio no nos deja tocar nada sin su autorización. Cualquier trabajo que realicemos debe contar con su aprobación', añadió.

Es por esto que plantearon la iniciativa al Obispado y, así, poder agilizar el proyecto, que, según Manuel Sulleiro, 'es muy importante para la propia parroquia y los sacerdotes de la comarca'.

La parroquia de Verín es propietaria de otro inmueble, situado también en la calle Maior, a escasos 100 metros de la casa rectoral, que estos días está en obras. El inmueble, de cuatro plantas, venía siendo utilizado por los integrantes del colectivo conocido como 'Movimiento Júnior' para programar actividades y participar en los actos religiosos. El deterioro también se está apoderando de todo el edificio, en cuya construcción predomina la madera y la cal. Estos días, operarios de la empresa Hermanos Carrajo de Verín adecentan las ventanas para impedir la entrada de humedad, al tiempo que reponen los cristales rotos, según Manuel Sulleiro, 'por el lanzamiento de pedradas'.

Estos trabajos están siendo sufragados por la propia parroquia, que de momento no se planteó la posibilidad de rehabilitar el edificio al considerar que los trabajos requieren bastante dinero. Eso sí, Manuel Sulleiro encargó a la citada empresa verinense la rehabilitación de las puertas de la iglesia y del salón parroquial, trabajos que deben estar finalizados antes de la Semana Santa.

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