Fue el 14 de agosto de 2022. Las llamas de un incendio forestal se colaron en la capilla de Santa Ana, en Oímbra. Arrasando con todo lo que allí había, incluida la santa. Llamas que se clavaron como puñaladas entre los vecinos de Oímbra e incluso alrededores, como los municipios portugueses colindantes. Y es que la capilla de Santa Ana de Oímbra es un icono para los devotos, y para los que no lo son tanto. “Cando temos algún problema pedímoslle á Santa Ana, e cando algo bo nos pasa tamén miramos cara ela e lle agradecemos”, coinciden todos los vecinos.
Ese 14 de agosto, Ana Villarino, alcaldesa del municipio, aseguraba entre lágrimas que la capilla volvería a resurgir. Y así fue. A través de una ayuda de la Consellería de Cultura, Educación, Universidades e Formación Profesional, se comenzó a rehabilitar la capilla de Santa Ana. Había una fecha clave para culminar la actuación: antes del 26 de julio, día de su patrona.
Ahora, los operarios trabajan en el tejado, en la instalación eléctrica y en la colocación de vidrieras, ultimando detalles. “Está todo en marcha, salvo que haxa algún contratempo, contamos con que estea lista para a festa”, dice Villarino, quien confía en que “o 26 de xullo poidamos achegarnos aquí como cada ano”. Y tendrán santa, “xa temos a imaxe e a santa, todo vai encamiñado a cumprir o noso obxectivo”.
Villarino lo dijo aquel día caluroso de agosto: “Rehabilitaremos a nosa querida capela de Santa Ana”. Ahora, a 17 días de la celebración de las fiestas patronales de Oímbra, la ilusión y la esperanza rebosa entre sus vecinos. Este símbolo resurge tras las llamas. Queda menos para volver a ver brillar a Santa Ana y su capilla desde lo alto de la ladera en la que se ubica.
