El alcalde de Monterrei, José Luis Suárez Conde, renunció ayer, en el transcurso de una sesión plenaria, a su dedicación exclusiva en el Concello, por la que percibía 20.000 euros netos al año. El regidor planteó la renuncia, que fue aceptada por el resto de la Corporación, alegando su próxima jubilación. 'A partir de ahora, las arcas municipales se ahorran mi sueldo, que nos permitirá hacer más obras de infraestructura en todo el municipio', explicó el regidor.
Suárez Conde continuará dedicando todo su tiempo a la entidad local y durante la sesión dejó claro que percibirá, como cualquier otro concejal, las asignaciones establecidas por asistencia a plenos y comisiones de gobierno (60 euros).
En la sesión plenaria, el grupo de gobierno rescindió el contrato a la empresa que gestionaba las piscinas municipales, situadas entre la Alameda de Albarellos y la carretera N-525, cuya concesión fue por un período de 10 años, de los que sólo se habían cumplido la mitad.
La ruptura del contrato no supone ninguna carga para las arcas municipales, dado que la concesionaria, según José Luis Suárez Conde, entiende que las instalaciones no son 'rentables'. 'Había mucho descontento en la empresa y esto repercutía considerablemente en la calidad del servicio que se ofrecía a los vecinos durante el verano', explicó Suárez Conde, recalcando que el Concello gestionará a partir de ahora las instalaciones. 'Primero vamos a realizar un informe para conocer el estado de todo el complejo deportivo y acometer todas las obras que sean precisas para el próximo verano'.
QUEJAS
La situación en que se encuentra la piscina, sobre todo en la zona de las duchas y los baños, generó un centenar de quejas entre los usuarios, mayoritariamente del municipio, en las dependencias locales el pasado verano.
Durante la sesión plenaria, la Corporación también escogió los presidentes y vocales de las mesas electorales para los comicios del próximo día 21 octubre.
En la sesión plenaria, el grupo de gobierno rescindió el contrato a la empresa que gestionaba las piscinas municipales, situadas entre la Alameda de Albarellos y la carretera N-525, cuya concesión fue por un período de 10 años, de los que sólo se habían cumplido la mitad.
La ruptura del contrato no supone ninguna carga para las arcas municipales, dado que la concesionaria, según José Luis Suárez Conde, entiende que las instalaciones no son 'rentables'. 'Había mucho descontento en la empresa y esto repercutía considerablemente en la calidad del servicio que se ofrecía a los vecinos durante el verano', explicó Suárez Conde, recalcando que el Concello gestionará a partir de ahora las instalaciones. 'Primero vamos a realizar un informe para conocer el estado de todo el complejo deportivo y acometer todas las obras que sean precisas para el próximo verano'.
QUEJAS
La situación en que se encuentra la piscina, sobre todo en la zona de las duchas y los baños, generó un centenar de quejas entre los usuarios, mayoritariamente del municipio, en las dependencias locales el pasado verano.
Durante la sesión plenaria, la Corporación también escogió los presidentes y vocales de las mesas electorales para los comicios del próximo día 21 octubre.
