Los depósitos serán construidos dentro de la red de saneamiento en Queizás y polígono de Pazos

Dos tanques de tormenta evitarán vertidos al Támega

Una de las tuberías que vierte aguas residuales directamente al río Támega, en la zona de Queizás. (Foto: A. R.)
Dos tanques de tormenta evitarán los sucesivos vertidos de aguas residuales sin depurar, sobre todo durante los días lluviosos, al cauce del río Tamega, a su paso por Verín.
Los depósitos serán construidos en ambas márgenes del río, un a la altura de Queizás y el otro en el parque empresarial de Pazos, al que llegan las aguas fecales de las localidades de Guimarei, Infesta, Albarellos y Vilaza, en el municipio de Monterrei.

La Consellería de Medio Ambiente e Infraestructuras acaba de dar el visto bueno al proyecto con una partida de más de 800.000 euros, que en parte serán financiados con fondos comunitarios y Aguas de Galicia.

Los dos tanques serán construidos dentro de la red de saneamiento para evitar una sobre carga de residuales en las tuberías y en la propia estación depuradora verinense, situada en una margen del río en el límite con el municipio de Oímbra.

Los vertidos se producen, en el caso de la margen derecha del cauce, al no absorber las tuberías todo el caudal de fecales que llegan desde el municipio de Monterrei y las propias empresas del espacio industrial, donde está situada el matadero, lo que provoca que se desborde continuamente el colector, vertiendo directamente al río.


VERTIDOS

El alcalde de Monterrei, José Luis Suárez Conde, entiende que el proyecto de mejora es 'muy necesario' porque, a su entender, la red de saneamiento 'se hizo mal, las tuberías son estrechas y se producen numerosas filtraciones', afirmó, recalcando que el tanque de tormentas o decantación servirá para frenar el caudal, sobre todo los días de lluvia (las aguas pluviales llegan a la red) y permitir un mejor funcionamiento de la depuradora de Verín.

Por la margen izquierda del río Támega, los vertidos se registran a la altura de Queizás, al desbordarse también un colector a causa del excesivo caudal que llega desde el casco urbano de Verín.

El alcalde, Juan Manuel Jiménez Morán, lleva años trabajando en la búsqueda de una solución al problema, que se mantiene desde mediados de la década de los años noventa. El regidor ya planteó el proyecto en varias ocasiones en la citada consellería con el objetivo de eliminar la contaminación que llega al cauce del río. 'Llevamos años trabajando en el tema y creo que el esfuerzo comienza a dar los frutos', apuntó.


QUEJAS

Los sucesivos vertidos de residuales generan críticas entre los políticos de la oposición, colectivos ecologistas y vecinos. La Confederación Hidrográfica del Duero abrió durante los dos últimos años cuatro expedientes sancionadores a ambos municipios por vertidos al cauce del río Támega. La mayor parte de los expedientes fueron incoados después de que los técnicos analizaran el agua del río Támega, en el tramo que va desde el puente de la localidad de Pazos hasta el de la carretera de Oímbra, donde está la estación depuradora de aguas residuales.

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