Comenzaron con el arranque de espigas en Rabal

Vecinos de Oímbra recrean el ciclo de la siega con una fiesta para recuperar la tradición

Los vecinos de Rabal, durante la 'Seitura'.
Rabal (Oímbra) vivió la primera fiesta de la ‘seitura’ a la vieja usanza, involucrando a un centenar de vecinos que, vestidos de época y provistos de hoces, se afanaron en la siega de una finca situada junto al río Támega. La malla será en agosto. José Paz Los vecinos de Rabal, durante la ‘seitura’.
Un centenar de vecinos de Rabal (Oímbra) participaron el sábado en la primera fiesta de la ‘seitura’ a la vieja usanza con el objetivo de recuperar una actividad ancestral, enseñar a las nuevas generaciones cómo se extraía antaño el cereal (que los vecinos cultivaban y trabajaban como sustento de los animales, para mejorar las economía doméstica y como alimento) y, sobre todo, motivar la convivencia en el pueblo.

La jornada arrancó a las ocho de la mañana, hora en la que los participantes, desde niños a personas mayores de 80 años, ataviados con vestidos de época y hoces, iniciaron la labor de siega en una finca situada junto al río Támega. Cada uno de ellos fue agasajado con un sombrero y una taza de barro en la que degustaron ‘sopas de burro cansado’ durante la siega para reponer fuerzas. Después de segar las espigas de centeno, fueron elaborados los ‘mollos’, pequeños fardos de paja con su grano que ataron para hacer varios pajares. Así quedarán hasta el mes de agosto, que será cuando tendrá lugar la tradicional ‘malla’, labor que permitirá separar la paja del cereal. Los asistentes compartieron una comida popular a base de caldo, cocinado a pie de finca; jamón asado pan y vino.

La idea de la fiesta la puso en práctica un vecino, Antonio Ferreira Diéguez, que valoró la experiencia como ‘muy bonita, generó mucha ilusión, principalmente entre las personas mayores que recordaron cuando acudían a la siega a Castilla’.

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