Los comerciantes y vecinos del casco viejo de Verín contrarios a la peatonalización de las calles Amaro Refojo, Cruz, Lisa y Maior (que están cerradas a la circulación desde el pasado 1 de julio) presentaron un total de 100 alegaciones a la ordenanza municipal que tramita el grupo de gobierno para justificar y regular los paseos peatonales en el casco antiguo.
La ordenanza, cuya aprobación inicial fue abordada por la Corporación municipal el pasado mes de julio, está en la actualidad en fase de exposición al público con el objetivo de ser publicada en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP), trámite previo antes de su aprobación definitiva. La exposición del documento al público generó un aluvión de alegaciones de vecinos y comerciantes, en cuyo texto argumentan que la decisión de cerrar las calles a la circulación se llevó a cabo sin iniciar antes el correspondiente expediente de peatonalización y realizar un informe técnico juridico sobre la situación.
Los contrarios a la medida también argumentan que la colocación de la señalización se llevó a cabo sin previo aviso y que la mayoría de las obras de mejora prometidas en el casco viejo (señalización de aparcamientos, limpieza de fachadas y paneles para informar a los conductores) no se llevaron a cabo.
Comerciantes y vecinos también alegan que el cierre de las calles al tráfico les está ocasionando pérdidas en sus negocios. La presidenta de la asociación Casco Viejo, Carmen Carnero, aseguró que desde que se cerraron las calles muchos negocios 'registraron una caída en el número de clientes'.
El grupo de gobierno tiene previsto contestar cada una de las alegaciones presentandas. El propio alcalde, Juan Manuel Jiménez Morán, insiste en que la peatonalización es buena para los negocios que hay en las cuatro calles, además de que facilitará el asentamiento de nuevos vecinos y la convivencia en la zona.
Según el regidor, en el casco viejo se acometieron reformas de saneamiento, alcantarillado, recogida de basura y adecentamiento de edificios.
Los contrarios a la medida también argumentan que la colocación de la señalización se llevó a cabo sin previo aviso y que la mayoría de las obras de mejora prometidas en el casco viejo (señalización de aparcamientos, limpieza de fachadas y paneles para informar a los conductores) no se llevaron a cabo.
Comerciantes y vecinos también alegan que el cierre de las calles al tráfico les está ocasionando pérdidas en sus negocios. La presidenta de la asociación Casco Viejo, Carmen Carnero, aseguró que desde que se cerraron las calles muchos negocios 'registraron una caída en el número de clientes'.
El grupo de gobierno tiene previsto contestar cada una de las alegaciones presentandas. El propio alcalde, Juan Manuel Jiménez Morán, insiste en que la peatonalización es buena para los negocios que hay en las cuatro calles, además de que facilitará el asentamiento de nuevos vecinos y la convivencia en la zona.
Según el regidor, en el casco viejo se acometieron reformas de saneamiento, alcantarillado, recogida de basura y adecentamiento de edificios.
