Las esperanzas de hallar con vida a 53 mineros que permanecen atrapados en un yacimiento de carbón en Colombia se desvanecen por la dificultad del rescate, según las autoridades, que informaron ayer de que esta tragedia minera, la peor de los últimos años en el país, suma ya 18 muertos. 'Hay poca esperanza de hallar con vida' a esas 53 personas que quedaron atrapadas en la mina San Fernando, ubicada en la localidad noroccidental de Amagá (Antioquia), tras la explosión ocurrida el miércoles por la noche, reconoció a la prensa el ministro de Minas y Energía, Hernán Martínez.
En el momento del accidente, que se produjo cuando se realizaba el cambio de turno de los trabajadores, había al menos 160 personas en el túnel de la mina, de las que 90 lograron salir y unas 71 quedaron atrapadas. 'Yo salía del turno, estaba a metros de la bocamina. Sentí la explosión y la llamarada por encima, estuve en el suelo y no vi más nada', uno de los supervivientes.
Los trabajos de rescate están siendo intermitentes, según constató Efe en la mina, porque en el túnel principal hay una alta concentración de gases y en otro se produjeron derrumbes a causa de la explosión. El túnel principal está despejado, pero el problema es la alta concentración de monóxido de carbono y no pueden seguir las operaciones de rescate hasta que se ventile muy bien.
Los trabajos de rescate están siendo intermitentes, según constató Efe en la mina, porque en el túnel principal hay una alta concentración de gases y en otro se produjeron derrumbes a causa de la explosión. El túnel principal está despejado, pero el problema es la alta concentración de monóxido de carbono y no pueden seguir las operaciones de rescate hasta que se ventile muy bien.
