Cerca de 9,5 millones de ciudadanos escogerán hoy sus 308 alcaldías y unas 3.000 freguesias

La abstención, desafío en las elecciones locales portuguesas

Miguel Macedo, ministro del Interior de Portugal.
El esperado aumento de la abstención en Portugal y los posibles atrasos en la divulgación de los resultados son los últimos desafíos de los comicios locales de hoy, sobre los que conservadores y socialistas hacen lecturas diferentes.
Cerca de 9,5 millones de portugueses están llamados a las urnas para escoger 308 alcaldías, entre ellas las emblemáticas Lisboa y Oporto, y unas 3.000 'freguesias' o parroquias, mínimas unidades de poder local semejantes a un barrio e integradas en los consistorios.

En la primera cita en las urnas desde que el país firmase en mayo del 2011 un rescate financiero internacional, la elevada abstención registrada en los últimos comicios municipales del 2009 (40%) es uno de los principales motivos de inquietud entre los partidos políticos, ya sean de izquierdas o de derechas. El desencanto de los portugueses con la clase política, acentuado por los efectos de una larga recesión y el alto desempleo (16%) y magnificados por la aplicación del programa del rescate, ha llevado a que apenas 9 de cada 100 portugueses confíen en los partidos políticos.

Ayer, sólo el ministro de Interior, Miguel Macedo, hizo declaraciones a la prensa para alertar de que la divulgación de los resultados podría sufrir atrasos anormales debido a la reciente reorganización municipal que dictó la desaparición de cerca de un millar de 'freguesias'.

El viernes, último día de campaña, el gobernante Partido Social Demócrata (PSD, centro-derecha) y el principal opositor, el socialista (PS), que controlan 139 y 132 alcaldías, respectivamente, se cruzaron acusaciones sobre la interpretación de los comicios.

El PSD del primer ministro, Pedro Passos Coelho, aseguró que las municipales no son un plebiscito al Gobierno, mientras que los socialistas de Seguro han pedido el voto para castigar al Ejecutivo.

Los gobiernos de los bastiones Lisboa, donde reside el poder político, y Oporto, tradicionalmente el motor industrial del país, son las urbes más importantes en juego.

El último sondeo dio al actual alcalde de Lisboa, el socialista António Costa, como el favorito indiscutible, con el 48% de las intenciones de voto. Mientras, en Oporto, la carrera electoral se prevé muy apretada con el independiente Rui Moreira ligeramente al frente de la intención de voto, con un 29 %, por delante del conservador Luís Filipe Menezes (26%) y el socialista Manuel Pizarro (24%).

Contra el dominio de los dos grandes partidos luchan las decenas de candidaturas independientes nacidas en los últimos años, así como el Partido Comunista Portugués (PCP), que suma 28 consistorios, y el marxista Bloque de Izquierda, con apenas uno.

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