Los Gobiernos de Bolivia y Brasil acordaron hoy desarrollar operaciones militares conjuntas en su frontera de más de 3.000 kilómetros, especialmente con sus fuerzas aéreas, para combatir el narcotráfico, el contrabando y el tráfico de armas.
El ministro de Defensa de Brasil, Celso Amorim, firmó hoy en La Paz con su colega boliviano, Ruben Saavedra, un 'memorando de entendimiento' para la cooperación militar, tras admitir un aumento del narcotráfico.
'Hay un incremento, sí. Hay siempre en esa actividad terrible la búsqueda de nuevas rutas, y si hay presiones en un lado, se va para otro; por eso la vigilancia tiene que aumentar', sostuvo Amorim.
Añadió que para la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, el control de las fronteras es prioritario, y por eso se han llevado a cabo operaciones de vigilancia en los límites con Colombia y Perú, y se hará lo mismo con Bolivia.
Militares bolivianos serán invitados como observadores a los ejercicios militares brasileños para preparar mejor las prácticas conjuntas programadas para comienzos de 2012.
Las bandas de narcotraficantes que actúan en Bolivia, tercer productor mundial de cocaína tras Colombia y Perú, exportan gran parte de esa droga al territorio brasileño.
Amorim destacó hoy los esfuerzos bolivianos en la lucha contra el narcotráfico, que usa los crecientes cultivos de hoja de coca para producir cocaína.
El Gobierno que preside Evo Morales, aún jefe de sindicatos de productores de hoja de coca, afirma que decomisó hasta mediados de este mes unas 25,3 toneladas de cocaína y 381 toneladas de marihuana.
Según la oficina antidrogas de la ONU, los cultivos de hoja de coca se incrementaron en Bolivia todos los años desde que Morales llegó al poder en 2006, al pasar de 25.400 a 31.000 hectáreas.
El ministro de Defensa boliviano destacó que también se acordaron con Brasil programas para que militares de su país participen en operaciones fronterizas con aeronaves no tripuladas y planes para proteger la Amazonía, el bosque tropical más extenso del mundo con unos 6 millones de kilómetros cuadrados de superficie repartidos entre ocho países sudamericanos.
