Un cabo de la Fuerza Naval de Corea del Sur de 19 años de edad con problemas psicológicos fue condenado hoy a la pena de muerte por asesinar a tiros a cuatro compañeros en julio del año pasado, informó la agencia local Yonhap.
Además, el Tribunal militar sentenció a 20 años de prisión a un infante de la Marina por haber ayudado al autor de los hechos, identificado únicamente por su apellido Kim, a cometer los crímenes.
Kim abrió fuego el pasado 4 de julio en el cuartel de su unidad en la isla de Ganghwa, al noroeste de Seúl junto a la frontera con Corea del Norte, y acabó con la vida de cuatro de sus compañeros, además de causar heridas a un quinto.
Tras realizar los disparos, Kim trató sin éxito de suicidarse haciendo estallar una granada de mano.
Los fallecidos fueron un sargento, dos cabos y un soldado de primera, mientras que un soldado raso resultó herido leve.
El tribunal militar concluyó que Kim, que al parecer cometió los crímenes en un estado de enajenación mental, estaba enfadado con sus compañeros por el acoso y las palizas a los que presuntamente éstos le sometían durante su período de servicio militar obligatorio.
Según declaró tras los hechos un congresista surcoreano, que citó un primer informe que recibió sobre el tiroteo, los mandos militares tenían bajo vigilancia al sentenciado por sus problemas psicológicos.
Tras el suceso, el Ministerio de Defensa de Corea del Sur ordenó a todos los comandantes militares revisar sus normas de disciplina para prevenir cualquier irregularidad en los cuarteles.
