DÍA MUNDIAL DEL ASMA

Día mundial del asma, cómo mejorar la calidad de vida con esta enfermedad crónica

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El asma es la enfermedad crónica que más pacientes sufren en todo el mundo con más de 260 millones de personas afectadas

Para aquellas personas que sufren asma, resulta familiar la sensación agonizante de falta de aire, de presión en el pecho y de pérdida de las fuerzas. El asma es una enfermedad crónica en la que la inflamación de los bronquios dificulta la circulación del aire hasta los pulmones, y una de las más comunes que afecta a más de 260 millones de personas y es responsable de más de 450.000 muertes casa año en todo el mundo. 

De todos esos fallecimientos, la gran mayoría se podrían prevenir con una correcta educación médica, buenos hábitos y disponibilidad de medicamentos necesarios. En especial con este último, ya que uno de los problemas universales es el uso insuficiente de inhaladores de corticosteroides , el uso excesivo y la dependencia de los inhaladores de acción corta.

La falta de disponibilidad de medicamentos inhalados y especialmente inhaladores que contienen corticosteroides, es un factor que contribuye al hecho de que más del 90% de las muertes por asma ocurran en países con ingresos medianos-bajos.

Es por ello que se insta a los profesionales de la salud a aumentar la conciencia sobre los problemas comunes del asma y la importancia del manejo efectivo, especialmente en esos países de bajos ingresos, donde la falta de acceso a medicamentos contribuye a altas tasas de mortalidad.

Llevar un control

Hacer un registro de la causa de los episodios asmáticos, cada cuánto tiempo y la severidad de los mismos, es algo esencial. Llevar un historial es la principal medida para controlar el asma, ya que permitirá conocer a fondo las necesidades y características de cada caso.

Evitar los desencadenantes

Al llevar un control, será más fácil conocer los causantes de los ataques de asma, por lo que evitarlos será una de las medidas más efectivas. Se pueden implementar estrategias para reducir estos desencadenantes, como aumentar los hábitos de limpieza del hogar, evitar actividades al aire libre en los meses de mayor contaminación o de presencia de polen, y usar un sistema de aire acondicionado central.

Seguir el tratamiento médico

Cumplir con las pautas médicas de manera rigurosa es esencial para controlar el asma, ya que el profesional que lleve cada caso no solo creará un tratamiento adecuado para cada persona, sino que es quien puede orientar y dar pautas para mejorar la calidad de vida de la persona con asma.

Consejos para el día a día

Pero el grado de inflamación y complicación dependerá de los estímulos externos que afecten a cada paciente, aunque existen una serie de herramientas que pueden ayudar a controlar una crisis asmática y mejorarán tu calidad de vida.

  • Lejos del polen. Los días de gran concentración de polen olvídate de ir al campo, sal poco a la calle y abre las ventanas lo menos posible.
  • Menos plantas. Si eres asmático, o alguien de la casa lo es, es mejor reducir el número de plantas en el hogar.
  • Ni moquetas ni alfombras. Los ácaros no convienen a nadie, pero a los asmáticos, aún menos. Se esconden en colchones, almohadas, sofás... Pasa el aspirador a menudo y mejor despídete de moquetas y alfombras.
  • Controla la humedad. Los hongos también pueden hacer daño al enfermo de asma. Crecen en las paredes húmedas, el baño, la cocina... Si tu casa es demasiado húmeda, plantéate la compra de un deshumidificador.
  • Protégete de gripes y resfriados. Las infecciones respiratorias pueden desencadenar ataques de asma. Si tienes asma, deberías tomar precauciones y pensar también en vacunarte de la gripe.
  • Elige bien tu deporte. Sufrir asma no significa tener que quedarse parado. Lo que no conviene es el ejercicio intenso en un ambiente frío y seco. Si vas a hacer deporte, procura respirar por la boca y no por la nariz. Plantéate alternativas: por ejemplo, la natación es una buena opción.
  • Mejor lejos de las mascotas. Las proteínas de la caspa, la orina, las heces y la saliva de las mascotas están detrás de gran parte del asma de origen alérgico. Si tienes perro o gato, lávalo a menudo y no dejes que entre en tu dormitorio.
  • Nada de aspirinas. Hay diversos fármacos que pueden provocar intolerancia en los asmáticos. Entre ellos, destaca la aspirina. Si necesitas un analgésico, es preferible alguna alternativa, como el paracetamol.
  • La estabilidad emocional juega a tu favor. La ansiedad, el estrés y las emociones extremas (incluso la risa intensa) pueden desencadenar un ataque de asma.
  • Aire puro. Un aire limpio y puro es el mejor aliado de quien sufre de asma. Por eso ningún asmático debería fumar, ni permanecer en espacios donde se haya pintado o usado insecticidas y lejías, y los días de alta contaminación es mejor salir poco de casa.

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