La organización presiona para que Damasco permita investigar 'sin demora' el uso de armas químicas

El Consejo de Seguridad de la ONU reclama 'claridad' a Siria

Los activistas sirios muestran varios cadáveres tras el supuesto ataque con armas químicas.
La ONU presionó ayer a Siria para que permita investigar 'sin demora' la última denuncia de un ataque químico, y envió a Damasco a su alta representante para Asuntos de Desarme para negociar con las autoridades el acceso a la zona. Así lo anunció ante la prensa un portavoz de la ONU, Eduardo del Buey, quien precisó que el organismo ya ha cursado una petición formal al régimen de Bachar al Asad y anunció que Angela Kane se trasladará a Damasco para negociar los permisos necesarios.
El objetivo de la ONU es que la misión de expertos que se encuentra ya sobre el terreno obtenga autorización del régimen para acceder a la zona del incidente, a las afueras de la capital, una vez que la situación de seguridad lo permita.

El equipo liderado por el profesor sueco Ake Sellström llegó el pasado domingo al país, tras meses de negociaciones entre la ONU y Damasco, para investigar otros tres incidentes previos, uno denunciado por el régimen y otros dos por gobiernos occidentales.

Los veinte expertos tienen un mandato inicial de catorce días -ampliable de mutuo acuerdo- para llevar a cabo sus pesquisas, pero para que puedan estudiar esta última denuncia es necesario que el régimen de Damasco y Naciones Unidas lleguen a otro pacto. El nuevo incidente en la zona de Guta Oriental, a las fueras de Damasco, es el decimocuarto ataque con armas químicas que se denuncia desde que empezó la guerra civil de Siria hace más de dos años, pero el más grave y mortífero.

La rebelde Coalición Nacional Siria denunció que al menos 1.300 personas murieron el miércoles en ese ataque supuestamente lanzado por el Ejército sirio, unas acusaciones que fueron negadas por las autoridades de manera inmediata.

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