Cuatro supuestos terroristas murieron en las últimas horas por los disparos del Ejército argelino, en la región de la Cabilia, al este de Argel, en una operación que comenzó ayer, domingo, tras un atentado en el que perdieron la vida cuatro civiles.
Según la agencia oficial argelina, APS, que cita fuentes de los servicios de seguridad, los supuestos terroristas fueron abatidos en la región de Beni Jelifa, a 25 kilómetros de la ciudad de Bumerdés, capital de la Cabilia.
Una de las víctimas murió la noche del domingo al lunes, mientras que las otros tres, fallecieron hoy, en una operación en la que las fuerzas de seguridad se incautaron de tres fusiles ametralladores Kalashnikov.
Los cuatro fallecidos aún no has sido identificados.
La operación comenzó después de que cuatro civiles perdieron la vida y otras nueve personas resultaron heridas por la explosión de una bomba al paso de un convoy del Ejército argelino en la Cabilia.
Sin embargo, las víctimas mortales eran pasajeros de un autobús que circulaba justo detrás de la columna de vehículos militares.
El artefacto se encontraba escondido en el borde de una carretera y fue accionado a distancia, probablemente con ayuda de un teléfono móvil.
Los servicios de seguridad sospechan que el atentado fue perpetrado por la organización terrorista Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), particularmente activa en la montañosa Cabilia, donde los servicios secretos creen que tiene su cuartel general.
El atentado de ayer, el primero de este tipo en 2012, se produjo cuando Argelia se prepara para celebrar elecciones legislativas, programadas para el próximo 10 de mayo.
