Desde su puesto accedía a redes clasificadas de EE.UU. y grabó los documentos en un CD musical

El 'espía' de Wikileaks era un soldado destinado en Iraq

Bradley Manning, el militar acusado de ser la fuente de Wikileaks, es para unos un héroe al que hay que defender a toda costa, aunque para otros es un traidor que debería ser ejecutado. Si las mentes de Hollywood empezaron a trabajar en una película sobre la filtración de secretos diplomáticos a Wikileaks, lo más probable es que la trama se centre en dos hackers, uno bueno y otro malo.
Un hacker es el soldado Bradley Manning, el supuesto autor del robo y filtración de centenares de miles de documentos confidenciales y secretos de Estados Unidos, que están saliendo a la luz en dosis gracias al sitio de internet Wikileaks. El otro hacker es Adrian Lamo, quien delató a Manning a las autoridades estadounidenses después de que el militar le revelase el material que tenía en sus manos y lo que planeaba hacer con ello.

Para unos, Manning es el malo de la película, quien puso en riesgo la vida de miles de personas y proporcionó un golpe descomunal a la posición internacional de Estados Unidos, tanto con países amigos como con enemigos. Paradójicamente, Manning, en sus conversaciones con Lamo, también estima que sus acciones son fruto de un sentido de honestidad. 'Si tuvieses acceso sin precedentes a redes clasificadas durante 14 horas al día, 7 días a la semana durante más de 8 meses, ¿qué harías?', preguntó Manning a Lamo.


'COSAS INCREÍBLES'

Pero Manning parecía decidido a qué hacer tras señalar que los documentos a los que tenía acceso contenían 'cosas increíbles, cosas horrorosas que deben pertenecer al dominio público y no a algún servidor almacenado en una oscura habitación en Washington'. Así que se ingenió una simple manera para extraer de la mayor superpotencia del mundo sus trapos sucios.

'Llegaba con un CD-RW (CD grabable) con música con la etiqueta de alguien como 'Lady Gaga', borraba la música y grababa un archivo comprimido en partes', explicó Manning a Lamo. 'Escuchaba y movía los labios al ritmo de la canción 'Telephone' de Lady Gaga a la vez que sacaba posiblemente la mayor filtración de datos de la historia estadounidense', añadió Manning.

Entonces Manning, de 23 años, estaba destinado en la Base Operativa Avanzada Hammer, a unos 60 kilómetros al este de Bagdad y tenía acceso a dos redes clasificadas del Gobierno estadounidense.

Cuando Bradley Manning le dijo a finales de mayo que había transferido los documentos a Wikileaks, Lamo, un hacker que en 2004 se declaró culpable de penetrar en los sistemas de 'The New York Times' y sufre el síndrome Asperger, llamó al FBI. Esa llamada hace que para otros Adrián Lamo sea el villano de esta película porque tan sólo un día después, Manning fue arrestado.

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