El Gobierno tibetano en el exilio desmintió hoy que más de un centenar tibetanos se hayan entregado voluntariamente a las autoridades chinas en Lhasa y denunció que han sido detenidos arbitrariamente casa por casa.
El Gobierno chino quiere enviar el mensaje al mundo de que los tibetanos se están rindiendo voluntariamente, aseguró un portavoz de la Administración Central Tibetana, con sede en la ciudad india septentrional de Dharamsala, Sonam N. Dagpoo.
El portavoz precisó que la Policía está efectuando detenciones arbitrarias casa por casa y arresta a monjes budistas, tanto hombres como mujeres.
Más de un centenar de tibetanos se han entregado a la Policía por su implicación en los disturbios en los que el pasado viernes trece personas perdieron la vida, según la versión oficial de las autoridades chinas.
Sin embargo, las autoridades tibetanas en el exilio, además de desmentir la rendición a la policía de presuntos participantes en los disturbios, cifran en al menos 80 el número de víctimas mortales en las protestas de Lhasa.
Las rendiciones anunciadas por Pekín llegan después de que el lunes expirara el ultimátum dado a los manifestantes tras los disturbios del viernes.
Asimismo, el Gobierno chino asegura que Lhasa recupera la normalidad, mientras que grupos de derechos humanos y tibetanos en el exilio dicen que la situación sigue siendo muy tensa, con la Policía Armada patrullando las calles de la ciudad.
