La irrupción violenta de cientos de manifestantes en la sede de la Cumbre obligó a evacuar a los líderes asiáticos participantes

Los manifestantes tomaron uno de los edificios de las reuniones.
El primer ministro de Tailandia, Abhisit Vejjajiva, declaró el estado de excepción en los alrededores de Pattaya, sede de la Cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), que reunía en esa localidad a los dirigentes de 13 países de la región, tras anunciar la cancelación del acto por motivos de seguridad.
Un grupo de alrededor de 300 manifestantes uniformados con camisas rojas, irrumpieron a la fuerza en el balneario de Pattaya, sede de la Cumbre, provocando disturbios que obligaron evacuar a los participantes en el acto. Los manifestantes, que apoyan al ex primer ministro Thaksin Shinawatra, exigen la dimisión del Gobierno tailandés, la disolución del Parlamento y que se convoquen nuevas elecciones.

La decisión de cancelar la Cumbre de la ASEAN se tomó después de que los manifestantes interrumpieran por segundo día consecutivo la cumbre, forzando a suspender los eventos programados. Una de las reuniones entre los ministros de Exteriores de China, Japón y Corea del Sur tenía planeada discutir por primera vez la reciente prueba de un cohete por Corea del Norte.

Las fuerzas de seguridad tailandesas no pudieron dispersar a los grupos de manifestantes, que abandonaron sus movilizaciones en la capital, Bangkok, para concentrarse alrededor de la cumbre en Pattaya. Los participantes en la protesta no permitieron que el ministro de Exteriores de Japón saliera de su hotel y provocaron el aplazamiento de la reunión entre el primer ministro de China, Wen Jiabao, y los líderes del Sureste Asiático en torno a un acuerdo de libre comercio.

Además, los altercados se multiplicaron cuando otro grupo de manifestantes que apoyan al gobierno actual se enfrentaron a los ‘camisas rojas’ provocando graves disturbios que obligaron al primer ministro tailandés a declarar el estado de excepción en la zona.

Esta cumbre ya había sido pospuesta el año pasado debido a la prolongada crisis política en Tailanda. El nuevo gobierno había esperado que al alejar la sede de la reunión de la capital se podrían evitar los disturbios. Sin embargo, ha visto cómo sus opositores son capaces de interrumpir una reunión de tan alto nivel.

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