El Gobierno nipón negó un accidente nuclear, aunque ordenó a decenas de miles de personas abandonar la región después de que un reactor de Fukushima se viniera abajo tras una explosión

Japón evacúa 20 kilómetros en torno a la central nuclear

Los escombros y los barcos se apilaban ayer, entre las casas supervivientes en la localidad de Kisenuma, en la región de Miyagi. (Foto: STR)
Una fuerte explosión en la central nuclear de Fukushima desató ayer la alarma y llevó a evacuar a decenas de miles de personas ante el temor de una fuga radiactiva, aunque el Gobierno aseguró que no fue un accidente nuclear. El suceso se produjo en la planta nuclear 1 de Fukushima, a unos 270 kilómetros al noreste de Tokio, cuando varios empleados trataban de enfriar uno de los seis reactores nucleares de la central, cuyo sistema de refrigeración se vio dañado por el terremoto que ayer hizo temblar a Japón.
El edificio de contención que albergaba un depósito de acero con el reactor se vino abajo a causa de la explosión, que dejó una enorme columna de humo visible a decenas de kilómetros.

En los primeros momentos cundió la alarma, entre la incertidumbre y el temor a que hubiera estallado el propio reactor nuclear, pero tras las primeras inspecciones el Gobierno aseguró que la explosión se había producido fuera.

El ministro portavoz, Yukio Edano, dijo que el origen del accidente fue una reacción química de oxígeno e hidrógeno, y minimizó la posibilidad de una fuga al insistir en que el depósito de acero que recubre el reactor no había resultado dañado.

Las autoridades habían ordenado sacar a 46.000 residentes en un radio de diez kilómetros de la central, pero en el momento del accidente había aún unas 800 personas en la zona, y posteriormente aumentaron el área de evacuación a 20 kilómetros.

Cuatro trabajadores de la planta resultaron heridos en la explosión aunque ninguno está en situación crítica, según Tokyo Electric Power (TEPCO), responsable de la central nuclear, que este año cumplió cuatro décadas y tiene permiso para operar al menos diez años más.

La falta de energía paralizó el mecanismo de refrigeración de la planta, que cuenta con seis reactores de agua en ebullición, lo que hizo que los niveles de radiactividad fueran hasta mil veces superiores a lo habitual en una de las salas de control. Ello llevó a decretar el estado de emergencia nuclear en ésta y otra planta vecina, la número 2.

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