Un libanés perdió hoy la pierna y sufrió diversas heridas al estallar una mina colocada por Siria en la frontera común en el norte del Líbano, dijeron a Efe fuentes de seguridad.
La víctima, identificada como Imad Jaled Oweysi, pisó la mina cuando caminaba por un aérea fronteriza situada en la región septentrional de Wadi Jaled.
Desde que comenzaron las protestas contra el presidente sirio, Bachar al Asad, el régimen de Damasco ha plantado minas a lo largo de la frontera entre Siria y el Líbano para impedir el contrabando y el tráfico de armas.
Esta decisión fue tomada debido a que las autoridades de Damasco acusan a los manifestantes, que ellos tildan de grupos terroristas, de recibir armas de los países colindantes.
La frontera entre ambos países no está bien delimitada, por lo que es difícil precisar si las minas han sido colocadas solo en territorio sirio o también en el Líbano, así como dónde tuvo lugar el incidente de hoy.
El norte del Líbano es donde han encontrado refugio la mayoría de los sirios que han huido de su país de la represión del régimen sirio, ya que está próximo a la castigada provincia de Homs.
Los refugiados superan ya los 5.000 y entre ellos hay centenares de niños, algunos de los cuales han empezado a inscribirse en las escuelas libanesas.
El Alto Comisariado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) afirmó hoy que más de 500 niños sirios han sido inscritos en colegios del norte del Líbano.
El encargado del equipo de ACNUR en el norte del Líbano, Robert Przedpelski, dijo que la inscripción no ha sido fácil ya que 'muchos centros desconocían el decreto que les permitía acoger a esos alumnos'.
También han debido superar el miedo de las familias refugiadas, algunas de las cuales temían que sus hijos fueran 'discriminados o objeto de abusos'.
La revuelta contra Al Asad comenzó el pasado mes de marzo y desde entonces han muerto más de 3.500 personas en el país, según las últimas cifras difundidas por la ONU.
