Marina Berlusconi se perfila como heredera del imperio político y económico de su padre

Acostumbrada a esas cúpulas empresariales a las que acceden en su mayoría los hombres, Marina Berlusconi puede asumir ahora el liderazgo ya no solo del imperio económico familiar, sino también del político, del que su padre está al borde de la jubilación forzosa tras dos décadas.
La primogénita del ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi, condenado por primera vez en firme por fraude fiscal y a un paso de ser apartado de la política, celebra hoy un cumpleaños que puede ser distinto a todos los demás, pues cabe la posibilidad de que su padre le 'regale' el liderazgo del movimiento político que fundó en 1994.

Marina Berlusconi, desde ayer con 47 años, de momento ni confirma ni desmiente a los medios, pero son muchos quienes dentro y fuera del partido de su padre, el conservador Pueblo de la Libertad (PDL), la ven como la 'heredera natural' de un líder obligado a dejar las instituciones por la inhabilitación que acarrea la condena a 4 años de prisión del caso Mediaset.

El interés es tal que no hay día en el que no se hable del futuro de la primogénita de Berlusconi: ayer el 'Corriere della Sera' aseguraba que Marina garantizó a quienes trabajan con ella en el imperio empresarial de la familia que su sitio sigue más en los negocios y no en la política. Pero el 'Líbero' aseguraba que Marina estaría pidiendo dinero para su aventura política.

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