Miles de personas se manifiestan en Bretaña contra el Gobierno galo

Miles de personas se manifestaron ayer en Bretaña, en el noroeste de Francia, contra la política del Ejecutivo, en favor de las medidas por el empleo y en contra del impuesto que prevé tasar a los camiones que circulen por las carreteras francesas.
Como ya sucediera hace una semana, las concentraciones, que tuvieron como epicentro las ciudades de Quimper (hermanada con Ourense) y Carhaix, acabó con enfrentamientos entre algunos manifestantes y las fuerzas del orden, que utilizaron cañones de agua para dispersarlos. Según los datos de la Prefectura, los manifestantes rondaron las 10.000 personas, cifras que los organizadores elevan hasta los 30.000 participantes.

El clima de protesta viene incrementándose en Bretaña en las últimas semanas, con el telón de fondo de la tasa a los camiones que quiere introducir el Gobierno. Ese impuesto ha catalizado el descontento, amplificado por las consecuencias de la crisis económica en una región muy afectada por el cierre de empresas ligadas al sector agroalimentario. Todo ello desembocó en una primera manifestación el día 26 de octubre, que la que estallaron graves incidentes violentos entre participantes y fuerzas del orden, con el balance de varios detenidos y heridos, entre ellos un obrero que perdió una mano.

Ante ello, y con el objetivo de favorecer el retorno de la calma, el Ejecutivo retrasó la entrada en aplicación del impuesto ecológico, que debía haber comenzado a cobrarse el próximo 1 de enero, pero que se ha pospuesto sin fecha. Lo cual no ha servido para hacer rectificar a los organizadores, que piden que se anule este impuesto.

La manifestación se produce en un momento en el que la popularidad del Gobierno y del presidente, François Hollande, está por los suelos.

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