Nueva Zelanda decide mañana en las urnas si avala un nuevo mandato de Key

Los neozelandeses acuden mañana a las urnas para elegir al nuevo Parlamento en unas elecciones en las que el partido conservador del primer ministro John Key se perfila que renovará su mandato pese al deterioro de la economía nacional.
En su último día de campaña electoral, los líderes de las dos mayores fuerzas políticas, Key del Partido Nacional, y Phil Goff del Partido Laborista, recorrieron en sendos autocares varias ciudades de la isla septentrional del país.

'No necesitamos una coalición indeseada. El Partido Nacional va a hacer mañana historia', dijo Key a sus seguidores en la localidad de Kumeu, a escasa distancia de la ciudad de Auckland en la que los dos principales contendientes concluyeron su campaña con sendos mítines, según informó la televisión estatal neozelandesa.

La normativa electoral establece que el partido que obtenga 61 escaños del total de 120 que compondrán el próximo Parlamento unicameral, tendrá el derecho a formar un gobierno y nombrar al primer ministro.

Según los últimos sondeos de opinión el Partido Nacional renovará su mandato de tres años, aunque de acuerdo a estos no está claro si conseguirá más del 52 por ciento del voto necesario para gobernar sin tener que formar una coalición con agrupaciones menores.

Una encuesta publicada por el diario New Zealand Herald pocas horas antes del final de la campaña, señalaba que la formación de Key tenía el respaldo del 49 al 51 por ciento del electorado,

La última vez que un partido neozelandés consiguió rebasar el listón del 50 por ciento de los votos emitidos fue en 1996 cuando se adoptó el actual sistema de distribución de los escaños con la finalidad de que los partidos minoritarios puedan tener representación en el Parlamento.

Por otro lado, los sondeos apuntan que el Partido Laborista que capitanea las filas de la oposición, obtendrá cerca de 36 escaños, y su aliado, el Partido Verde, unos 23 asientos.

En el caso de que no consiga la mayoría parlamentaria, el partido de Key, que ha gobernado en coalición desde los comicios de 2008, tiene de su parte a otras agrupaciones políticas menores como la Asociación de Contribuyentes y Consumidores y Futuro Unido.

Cerca de tres millones de neozelandeses están convocados a las urnas para elegir al Parlamento y decidir si renuevan el mandato de tres años apurado por Key, quien en las elecciones celebradas en noviembre de 2008 derrotó a su antecesora Helen Clark, del Partido Laborista.

El Partido Nacionalista centró su campaña en el carisma de Key y la conveniencia de continuar con la política desarrollada durante los últimos tres años de mandato, a pesar de que el déficit alcanzo en junio los 13.620 millones de dólares (10 264 millones de euros).

Key ha propuesto acometer ajustes presupuestarios y privatizar parcialmente algunas de las empresas estatales con la finalidad de reducir la deuda del Estado, que según el Banco de la Reserva, es de 192.594 millones de dólares (143.161 millones de euros), lo que representa un 126,8 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB).

En los planes del partido gobernante se encuentra vender el 49 por ciento de las compañías públicas del sector energético, Mighty River Power, Meridien Energy y Solid Energy, y el 76 por ciento de la aerolínea estatal Air New Zealand, operaciones que calcula supondrían ingresos para el Estado por valor de unos 5.200 millones de dólares (3.917 millones de dólares).

Su rival político inmediato, Partido Laborista de Goff se opone a estas privatizaciones y propone aumentar el impuesto sobre la renta a los ciudadanos que más tienen y medidas de ajuste del gasto público.

'Estamos a unas pocas horas de decidir si queremos mantener o desprender de unas propiedades que son nuestras', dijo Goff en la localidad de Mangakino el día antes de la votación.

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