Los palestinos recibirán a Obama con pocas expectativas de que impulse la paz

Los dirigentes palestinos han mantenido un mutismo oficial sobre las expectativas de reanudar el proceso de paz que despierta la primera visita a la región como presidente de EEUU de Barack Obama, aunque en privado reconocen que no albergan grandes esperanzas.
'Hay pequeñas movilizaciones sociales en contra de la visita, pero lo importante no es que haya gente en contra, que la hay en cualquier lugar donde vaya, el problema aquí es que no hay nadie a favor. Nadie cree que su llegada vaya a servir para nada', dijo una fuente de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) que pidió no ser identificada.

Ni en la calle ni en los despachos se palpa gran confianza ante la llegada del presidente estadounidense, ni se espera que esta sea más que una momentánea llamada de atención al mundo sobre el más enquistado conflicto de Oriente Medio.

Las esperanzas de los dirigentes palestinos se limitan a anhelar una clara afirmación de Obama de que los asentamientos israelíes en territorio palestino son peligrosos para la solución de dos estados, algo que su Administración señala casi cada vez que se anuncian nuevos planes colonizadores.

La semana pasada, Obama admitió en una entrevista con una televisión israelí que ve 'difícil ahora mismo' reiniciar el proceso de paz, aunque señaló que ese sigue siendo 'el mejor y único camino'.

El jefe negociador palestino, Saeb Erekat, aseguró recientemente que tanto Obama como el mundo 'tienen que conseguir de Israel tan solo una frase: que acepta y está comprometido con el principio de dos estados de acuerdo a las fronteras de 1967'.

También afirmó que la OLP mantiene sus demandas para volver a la mesa de negociación: el cese del crecimiento de los asentamientos, la aceptación de Jerusalén y las fronteras del 67 como punto de partida, un marco temporal claro para el comienzo y fin del diálogo y la liberación de los presos.

Al liderazgo palestino le preocupa que Israel logre centrar la visita más en cuestiones como el programa nuclear iraní o la guerra civil en Siria, en vez de en impulsar el fin de la ocupación israelí de Palestina.

'No podemos esperar milagros de esta visita. Lo más probable es que no tenga ninguna influencia directa en nuestra situación', señaló el ex ministro palestino Gashan al Jatib que, sin embargo, mostró esperanzas de que sea al menos 'un comienzo' para que EEUU atienda al problema y logre en el futuro desbloquear el proceso de paz.

Wasel Abu Yosef, alto cargo de la OLP, denunció en la radio Voz de Palestina que la administración estadounidense 'no es seria o no tiene interés en presionar a Israel para que pare los asentamientos' y, además, 'atiende a otros asuntos regionales a expensas de la causa palestina', por lo que ese organismo 'no espera mucho de esta visita'.

La Casa Blanca aseguró la semana pasada a una delegación encabezada por Erekat, que se desplazó a Washington para preparar el viaje, que el presidente tratará de 'preparar el terreno' para reiniciar el diálogo, aunque no se pueda lanzar en este momento una nueva iniciativa de paz, indicaron a Efe fuentes palestinas.

Las negociaciones directas entre las partes, impulsadas por Obama en su primer mandato, se reiniciaron brevemente en septiembre de 2010 para suspenderse tres semanas más tarde por la negativa israelí a dejar de construir en las colonias y la palestina a dialogar mientras siga su crecimiento.

En Ramala han aparecido carteles llamando la atención a Obama sobre el sufrimiento que resulta de la ocupación israelí y en la calle palestina cunden el pesimismo y la indiferencia ante su llegada, pero la posición oficial es de cortesía y tanto la OLP como la ANP (Autoridad Nacional Palestina) han dado la bienvenida al presidente estadounidense.

'Obama será bienvenido en Palestina' dijo a Efe Mahmud Labadi, portavoz de Relaciones Internacionales del partido Fatah, que encabeza el presidente Mahmud Abás.

'Necesitamos buscar la paz a través de los grandes esfuerzos de EEUU. Hemos expresado a los (norte)americanos la necesidad de que presione a Israel para que pare los asentamientos y se reinicien las negociaciones', añadió.

Más crítico se mostró a Efe el diputado de Fatah Fayez Saqa, que cree que la agenda prevista muestra que 'esta es una visita de Obama a Israel en la que, de paso, se acercará a Ramala'.

Para él se trata de poco más o menos que 'una visita de cortesía a Israel y de turismo político a Palestina', que no cree que vaya a ayudar a la región.

'Israel no podría cometer todas las violaciones del derecho internacional y los derechos del pueblo palestino que comete si no tuviese el apoyo claro de las instituciones de EEUU', afirma Saqa.

Algunos, sin embargo, no pierden la esperanza, como el analista político Jalil Shahin, convencido de que la presencia de Obama 'puede colocar la escalera que ayude a ambas partes a bajarse del árbol' al que se han subido y supondrá 'regresar a algún tipo de negociación, aunque sea para explorar oportunidades para negociar los términos de la negociación'.

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