El Gobierno francés reconoce que 'la coordinación es extremadamente compleja' y que está en manos estadounidenses

París admite que la intervención se desarrolla sin un mando único

Un piloto y un técnico junto a un avión Mirage 2000-5, en la base de Dijón, antes de partir hacia Libia. (Foto: ANTHONY JEULAND)
La coalición internacional aliada avanzó ayer en su objetivo de proteger a la población libia sin que en el tercer día de su intervención haya todavía un mando integrado de las respectivas fuerzas armadas, según dijeron fuentes francesas.
El portavoz adjunto del Ministerio de Defensa, Philippe Pontiès, reconoció que, aunque 'la coordinación es un asunto extremadamente complejo' y esa integración facilitaría los intercambios entre las distintas naciones participantes, hasta ahora sí se cumplió el objetivo de disminuir la presión contra los civiles. En una rueda de prensa para ofrecer un parte sobre el estado de las operaciones, el portavoz del Estado Mayor francés, Thierry Burkhard, apuntó que desde el principio la coordinación está en manos estadounidenses, que 'optimiza' las capacidades de cada uno y distribuye la zona y el tiempo de actuación.

En el caso de que la OTAN llegara a intervenir, su papel sería de 'apoyo', precisó Pontiès, según el cual el trabajo de organizar a las fuerzas galas, estadounidenses y británicas es tan complejo que es 'difícil dar consignas precisas y la apreciación de los propios pilotos juega un papel crucial' a la hora de actuar. El también general de brigada consideró que 'no son los ataques aéreos los que conducirán' a la declaración del alto el fuego por parte del régimen de Muamar el Gadafi, sino la presión ejercida sobre sus tropas, que haga que éstas lo acaben solicitando.


OBJETIVO: PROTEGER A CIVILES

Los representantes franceses quisieron destacar que el éxito de la operación aliada 'Odisea del Amanecer' no se mide en el número de efectivos destruidos, sino en el descenso de las amenazas contra la población civil, y en ese sentido subrayaron que se cumplió el objetivo.

Hasta el momento, en aplicación de la resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, los aviones franceses protagonizaron un total de 55 salidas y acumularon 400 horas de vuelo, además de destruir el pasado sábado cuatro vehículos blindados 'que presentaban una amenaza'. Francia indicó además que las fuerzas galas se centraron en la localidad nororiental de Bengasi, pero que la coalición actúa en el conjunto del territorio libio.

'El objetivo no cambió entre el primer y el tercer día de las operaciones. La diferencia es que el primer día las fuerzas gubernamentales libias tenían capacidad para funcionar, lo que ha dejado de ser el caso', apuntó Pontiès en su intervención, sin aventurarse a predecir la fecha del final de las operaciones.

Por su fuerza, las fuerzas aliadas movilizadas en Libia contemplan que tras los ataques se produzca una situación de 'estancamiento' en la que persista el actual Gobierno del país. Así lo aseguró ayer el responsable de coordinar los ataques, el general Carter Ham, jefe del Mando Unificado estadounidense para África, en una teleconferencia de prensa desde Stuttgart (Alemania). Ham sostuvo que las incursiones aéreas y ataques con misiles impidieron que las fuerzas del Gobierno de Libia avancen sobre Bengasi, la ciudad en manos de los rebeldes, y señaló que la zona de exclusión de vuelos se extenderá hasta la capital del país libio, Tripoli.

Te puede interesar