Después de cuatro meses de protestas, los manifestantes dejaron la catedral de San Pablo

La policía de Londres desaloja a los indignados

Un grupo de agentes detiene a un manifestante durante el desalojo de los indignados de Londres. (Foto: LEWIS WHYLD)
Los indignados de Londres fueron desalojados ayer de la catedral de San Pablo tras cuatro meses de protesta por los 'excesos del capitalismo' y de un proceso legal que enfrentó a manifestantes y autoridades de la ciudad. Los acampados, que se hacen llamar 'Occupy London', se instalaron al pie del templo anglicano el pasado 15 de octubre y desde entonces fueron centro de una gran atención mediática y mantuvieron en jaque a las autoridades eclesiásticas de la catedral.
Para hacer cumplir una orden judicial, las fuerzas del orden acudieron de madrugada al lugar para retirar las tiendas, en una operación que fue 'pacífica' pero se saldó con la detención de 20 personas por 'obstruir la labor' de los agentes, según la versión policial. El templo -que recibe a miles de turistas al año y acogió la boda del príncipe Carlos y la fallecida Diana de Gales- recuperó ayer la normalidad y se espera que la zona quede limpia en tres días. La policía retiró a los manifestantes después de que un tribunal diese el 18 de enero luz verde para su desalojo y el pasado día 22 quedase agotado el proceso judicial, al rechazar la corte de apelaciones de Londres el derecho a recurrir de los acampados.

La estudiante Kai Wargalla, de 27 años y encargada de asesorar al grupo en materia legal, lamentó ayer la decisión policial. 'Creo que podemos estar orgullosos -señaló- de lo que conseguimos. Nuestra comunidad está siendo atacada, nos juntaremos otra vez y seremos más fuertes', dijo.

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