PROFUNDA DIVISIóN

La política sectaria acelera el sentimiento yihadista en Iraq

Las provincias de mayoría suní, llamadas a la revolución contra el primer ministro chií, Al Maliki 

El sentimiento de exclusión en las provincias de mayoría suní en Iraq ha propiciado un ambiente que los grupos yihadistas han aprovechado para realizar avances importantes en el norte del país.

El nuevo giro en la crisis iraquí empezó el pasado martes cuando el extremista Estado Islámico de Iraq y el Levante (EIIL), apoyado por otros grupos, tomó el control de Mosul, capital de la provincia de Nínive y la segunda ciudad del país.

Las imágenes que llegan de los campos de batalla muestran la dominación casi total en el frente rebelde de los yihadistas del EIIL, que ha reivindicado los nuevos avances, extendidos luego a otras provincias como Saladino. Sin embargo, los insurgentes suníes que también han participado en esas conquistas consideran que lo ocurrido es una "revolución suní" contra el primer ministro, el chií Nuri al Maliki.

El activista Mohamed al Mazeni comentó ayer que el eje de la lucha contra las fuerzas gubernamentales está integrado por milicianos suníes respaldados por organizaciones yihadistas, entre ellas el EIIL, y grupos baazistas, seguidores del difunto dictador Sadam Husein. Al Mazeni, que administra la página de Facebook "La gran revolución iraquí", con más 250.000 seguidores, explica que esos combates pretenden "liberar a Iraq del régimen actual y sus milicias".

Profunda división

Además de las numerosas minorías étnicas y confesionales que existen, Iraq se divide a grandes rasgos entre los suníes árabes, que ocupan el centro y el oeste del país; los chiíes árabes, mayoría en el sur; y los kurdos (suníes), que establecieron la región autónoma del Kurdistán con amplios poderes en el noreste. El periodista y analista palestino Abdelbari Atuan apunta que el Estado iraquí, y más concretamente el Ejército, "se está colapsando" frente a una coalición de fuerzas suníes y el EIIL.

El destacado analista, residente en Londres, justifica el apoyo de los clanes tribales suníes al EIIL por el fracaso de Al Maliki en conseguir la unidad nacional y por las políticas sectarias del dirigente chií que, a su juicio, fueron excluyentes con los suníes, que han protagonizado protestas desde 2011.

También participa en los combates contra el Ejército iraquí el denominado Yaish al Muyahidin (ejército de los combatientes), una milicia tribal suní formada tras la invasión estadounidense de Iraq en 2003 y activa en Bagdad y su periferia y en las provincias de mayoría suní. A la batalla se han unido igualmente militantes de la cofradía sufí Al Naqshbandiya, leales al vicepresidente de Sadam Husein, Ezat Ibrahim al Duri.

Mientras, las tropas kurdas (los "peshmergas") están controlando los límites del Kurdistán iraquí y hoy se hicieron con el control de la disputada ciudad petrolera de Kirkuk, que había sido abandonada por las fuerzas del orden iraquíes.

La división quedó en la jornada de ayer reflejada en el Parlamento iraquí, que no logró celebrar por falta de quórum la sesión convocada para decidir si declaraba el estado de emergencia en todo el país, a petición de Al Maliki, ante el avance yihadista.

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