Portugal acaba con una red luso-brasileña de traficantes de cocaína

La Policía portuguesa anunció hoy la captura de los últimos seis miembros de un grupo de narcotraficantes que enviaba droga a Europa desde Sao Paulo (Brasil) y para el que trabajaban otras 19 personas detenidas en varios países desde 2010.

Además de los miembros de la organización internacional puestos ahora a disposición de la justicia lusa, fueron detenidos en meses pasados cinco más en Portugal, tres en España, dos en Brasil y los demás en Francia, Suiza, Bolivia, Perú y Japón.

Según la Policía Judicial (PJ) lusa, la organización delictiva utilizaba una amplia red de contactos y medios sofisticados para introducir cocaína latinoamericana en Europa, sobre todo a través de Portugal.

La investigación, en la que participaron las autoridades de varias naciones europeas, permitió identificar los métodos e itinerarios de la red de correos humanos con la que los traficantes introducían la droga, normalmente en pequeñas cantidades y con procedimientos y rutas aéreas muy variadas.

La Unidad Nacional de Combate al Tráfico de Estupefacientes (UNCTE), responsable de las detenciones en Portugal, detectó que normalmente los envíos no superaban los seis kilos e iban ocultos en el organismo y el equipaje de los correos o bien impregnados y disueltos en ropas y efectos personales.

De acuerdo con la PJ, la denominada 'Operación HERMES', que ha permitido desarticular al grupo criminal con ramificaciones también en África Occidental, tuvo su 'epílogo' con la entrega, ayer jueves, de los últimos detenidos a la Justicia lusa.

La banda tenía una base de operaciones en Lisboa, varios centros de decisión y relación con otros grupos de traficantes en diversas capitales europeas, aunque la 'infraestructura' para la distribución de los estupefacientes estaba implantada en la ciudad brasileña de Sao Paulo.

El método más habitual para introducir la cocaína en Europa consistía, según la PJ, en reclutar correos humanos, generalmente ciudadanos portugueses, que viajaban a Brasil y volvían con la droga camuflada.

La banda contaba con diversos escalones para recuperar, distribuir y comercializar la droga en Portugal y otros países europeos, tal como pusieron de relieve las investigaciones realizadas desde diciembre de 2010.

En total, las autoridades lusas lograron interceptar a lo largo de un año más de 40 kilos de droga introducida por la banda en pequeñas cantidades, que ayudaban a burlar los controles aeroportuarios.

Te puede interesar