El Gobierno de Romano Prodi ha optado por un plan especial para hacer frente a la acumulación de basura en la región de Campania (capital Nápoles). De manera voluntaria, el resto de regiones italianas asumirán estos residuos. La llegada a Cerdeña del primer barco cargado de desechos vino acompañada de protestas y enfrentamientos con la Policía. Los manifestantes, sin embargo, no lograron impedir que 500 toneladas de desperdicios acabasen depositados en su isla.
La llegada a la isla italiana de Cerdeña de un barco cargado de basura procedente de la región de Campania (este del país) para hacer frente a la actual crisis de residuos sin recoger fue recibido el jueves por la noche con protestas y enfrentamientos con la Policía. Cerdeña es la primera región que respondió al plan del Gobierno de Romano Prodi para acabar con la emergencia creada por 110.000 toneladas de basura acumuladas en Campania, cuya capital es Nápoles, que entre otras medidas contempla que el resto de Italia, de manera voluntaria, acoja los residuos.
El primer barco, con unas 500 toneladas de desperdicios, fue descargado la noche del jueves en Cagliari, donde fue acogido entre protestas de decenas de manifestantes, que acabaron en momentos de tensión con el lanzamiento de piedras a la Policía, la cual cargó contra ellos. Los manifestantes, muchos de ellos independentistas del grupo Indipendentzia Repubrica de Sardigna (IRS), se concentraron en el puerto industrial de Cagliari para esperar la llegada del barco e intentaron bloquear las labores de descarga de los camiones.
Finalmente, los agentes lograron contener a los manifestantes y abrir un pasillo para la salida de los camiones de basura del barco, en una operación dirigida por el jefe superior de la Policía de Cagliari, Giacomo Deiana, y escoltados por la Policía se diri gieron a un incinerador cercano.
El alcalde de Cagliari, Emilio Floris, del partido conservador en la oposición Forza Italia, intentó parar la descarga en virtud de una ley de 2006, que prohíbe el transporte y almacenamiento en la isla de desechos procedentes de otras regiones. El presidente de la región de Cerdeña, Renato Soru, evocó a motivos de solidaridad y la Constitución italiana, por la decisión de acoger una parte de las basuras que se acumulan en Campania, entre otros motivos por la falta de vertederos.
El gobierno de centroizquier da de Prodi aprobó un plan para hacer frente a la emergencia en Campania, que prevé el uso del Ejército para supervisar la operación y limpiar ciertas zonas, así como la participación voluntaria de las otras regiones, de forma limitada en el tiempo y las cantidades, para eliminar los desechos. Entre las regiones dispuestas a acoger basuras de Campania, figura Abruzzo (15.000 toneladas), Emilia Romagna (5.000), Piamonte (5.000), Toscana (4.000) y Las Marcas (4.000), mientras Lombardía, Venecia, Umbría, Basilicata y Trentino mantienen reservas.
Subasta en internet
de los desechos Basura de la Campania doc (con denominación de origen) varios tamaños. Ganga, es el anuncio que un concejal de la localidad italiana de Torre Annunziata ha publicado en el portal de subastas por internet e-bay, para criticar la crisis que vive la región por la acumulación de toneladas de residuos. El anuncio, acompañado por fotografías de los desechos que invaden Campania, ofrece basuras con 30 días de antigüedad.
El primer barco, con unas 500 toneladas de desperdicios, fue descargado la noche del jueves en Cagliari, donde fue acogido entre protestas de decenas de manifestantes, que acabaron en momentos de tensión con el lanzamiento de piedras a la Policía, la cual cargó contra ellos. Los manifestantes, muchos de ellos independentistas del grupo Indipendentzia Repubrica de Sardigna (IRS), se concentraron en el puerto industrial de Cagliari para esperar la llegada del barco e intentaron bloquear las labores de descarga de los camiones.
Finalmente, los agentes lograron contener a los manifestantes y abrir un pasillo para la salida de los camiones de basura del barco, en una operación dirigida por el jefe superior de la Policía de Cagliari, Giacomo Deiana, y escoltados por la Policía se diri gieron a un incinerador cercano.
El alcalde de Cagliari, Emilio Floris, del partido conservador en la oposición Forza Italia, intentó parar la descarga en virtud de una ley de 2006, que prohíbe el transporte y almacenamiento en la isla de desechos procedentes de otras regiones. El presidente de la región de Cerdeña, Renato Soru, evocó a motivos de solidaridad y la Constitución italiana, por la decisión de acoger una parte de las basuras que se acumulan en Campania, entre otros motivos por la falta de vertederos.
El gobierno de centroizquier da de Prodi aprobó un plan para hacer frente a la emergencia en Campania, que prevé el uso del Ejército para supervisar la operación y limpiar ciertas zonas, así como la participación voluntaria de las otras regiones, de forma limitada en el tiempo y las cantidades, para eliminar los desechos. Entre las regiones dispuestas a acoger basuras de Campania, figura Abruzzo (15.000 toneladas), Emilia Romagna (5.000), Piamonte (5.000), Toscana (4.000) y Las Marcas (4.000), mientras Lombardía, Venecia, Umbría, Basilicata y Trentino mantienen reservas.
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