Al menos 16 niños fueron asesinados brutalmente en la ciudad de Bangui, capital de República Centroafricana, desde el recrudecimiento de la violencia en el país a principios de mes, de los que dos fueron decapitados y uno mutilado, denunció ayer el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef). 'Estamos siendo testigos de un nivel de violencia sin precedentes contra niños. Cada vez más menores son reclutados por grupos armados, lo que los convierte en blancos directos de atroces ataques de revancha', subrayó el representante de Unicef en el país, Souleymane Diabate.
Según los datos con que cuenta Unicef, además de los 16 menores que murieron desde el 5 de diciembre a causa de la violencia en Bangui, hay unos sesenta niños que sufrieron heridas graves.
Desde el inicio de la violencia en el país hace algo más de un año, unas 785.000 personas salieron de Bangui hacia el interior del país.
Para proteger a los menores, Unicef intensificó sus intervenciones en las comunidades de desplazados y les provee de agua potable, saneamiento, material médico y espacios seguros para los niños.
DESPLAZADOS
Desde el Fondo de la ONU recordaron que unas 370.000 personas, la mitad de la población de la capital Bangui, viven desplazadas de sus hogares, en una serie de asentamientos informales en otros puntos de la capital durante las últimas tres semanas a causa de la inseguridad.
Desde el inicio de la violencia en el país hace algo más de un año, unas 785.000 personas salieron de Bangui hacia el interior del país.
Para proteger a los menores, Unicef intensificó sus intervenciones en las comunidades de desplazados y les provee de agua potable, saneamiento, material médico y espacios seguros para los niños.
DESPLAZADOS
Desde el Fondo de la ONU recordaron que unas 370.000 personas, la mitad de la población de la capital Bangui, viven desplazadas de sus hogares, en una serie de asentamientos informales en otros puntos de la capital durante las últimas tres semanas a causa de la inseguridad.
