Varios seísmos sacudieron ayer con fuerza la ciudad neozelandesa de Christchurch, donde unas diez personas resultaron heridas y la población revivió el pánico del temblor que hace cuatro meses causó 181 muertos. Fuentes policiales indicaron que al menos diez personas sufrieron heridas, aunque 'ninguna de carácter grave' y que entre ellas no había personas de nacionalidad extranjera.
La fuente policial agregó que a pesar de que los movimientos telúricos no fueron letales, 'varios edificios se destruyeron y carreteras quedaron dañadas' por el surgimiento de agua o arena del subsuelo. También dejaron a unas 20.000 viviendas y negocios sin electricidad ni calefacción cuando el país atraviesa el invierno austral.
Otros residentes de Christchurch afrontarán cortes del suministro de agua y falta de señal de telefonía. Las autoridades ordenaron suspender las clases hoy en las escuelas del centro para evaluar los daños.
Otros residentes de Christchurch afrontarán cortes del suministro de agua y falta de señal de telefonía. Las autoridades ordenaron suspender las clases hoy en las escuelas del centro para evaluar los daños.