Los Veintisiete dan luz verde a la quinta ronda de sanciones contra Rusia

Soldados ucranianos en la ciudad de Bucha.
photo_camera Soldados ucranianos en la ciudad de Bucha.
La quinta ronda de sanciones incluye el embargo a la importación de carbón ruso, en unas restricciones que responden a la masacre de civiles en ciudades a las afueras de Kiev, como Bucha.

los Veintisiete han dado el visto bueno final a un paquete de medidas "fuerte" en el que se encuentra por primera vez las sanciones al sector de la energía rusa, en este caso el carbón.

El plazo de implementación de este paquete será de cuatro meses, es decir que no será hasta agosto cuando empiecen a ser efectivas estas sanciones. Se calcula que el impacto será de 4.000 millones de euros al año para las arcas rusas, si bien el golpe es relativamente pequeño en comparación con los ingresos por gas y petróleo que representan unos 800 millones al día para Moscú y de momento se mantienen fuera de las sanciones.

Durante varias reuniones este miércoles y jueves, los países del bloque han ultimado los detalles técnicos de las sanciones, perfilando aspectos que generaban dudas entre los Estados miembros. La adopción llegará, probablemente, el viernes por la mañana cuando concluya el procedimiento escrito lanzado por los embajadores.

Esta tanda de medidas amplía además las restricciones al sector bancario ruso, con una prohibición a las transacciones de cuatro bancos clave, incluido VTB, el segundo mayor del país, una medida con la que Europa busca debilitar al sistema financiero ruso a través de un castigo que afectará al 23% de la cuota de mercado en el sector bancario ruso, según detalló el Ejecutivo comunitario.

La UE aplicará el embargo de armas a Rusia y va a prohibir la entrada de barcos rusos a los puertos europeos, extendiendo así un veto que ya existe en el campo del transporte aéreo. Las excepciones a esta sanción implicarán a los servicios esenciales como la exportación de productos agrícolas y alimentación, ayuda humanitaria y energía.

Además, el paquete incluye un restricciones a los operadores de transporte por carretera de Rusia y Bielorrusia, una medida que limitará "drásticamente" las posibilidades de que la industria rusa tenga acceso a determinados bienes.

Las sanciones afectarán a las exportaciones rusas en áreas en las que es más vulnerable, como computación cuántica, semiconductores, maquinaria sensible y equipos de transporte que infligirán un daño en la economía rusa de 10.000 millones de euros y "degradarán la capacidad tecnológica rusa", según detalló la presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula Von der Leyen, cuando propuesto este paquete el pasado martes.

Pero no sólo eso, el quinto paquete establece la prohibición de las importaciones de determinados productos de Rusia, como madera, cemento o los licores, para cortar el flujo de dinero entre Moscú y los oligarcas rusos, y abarca a una serie de sectores que movilizan 5.500 millones de euros anualmente.

Por último, los Veintisiete han acordado vetar la participación general de empresas rusas en la contratación pública de los Estados miembros y la exclusión de todo apoyo financiero, sea europeo o nacional, a los organismos públicos rusos.

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