Viendo las dificultades que tuvo la ambulancia el pasado viernes 11 de junio para trasladar a un paciente, no cabe menos que hacernos la pregunta: ¿A dónde vas Ourense? Que la colocación expansiva de terrazas, primando más el negocio del ocio que la atención urgente a un paciente o una intervención de bomberos por un incendio debería hacer recapacitar a todas las partes implicadas, no solo a hosteleros y clientes, que bien pudieran ser ellos los afectados, sino al propio Concello de Ourense. Pero pedir sensatez en este caos parece una demanda más que ilusoria.
Viendo las dificultades que tuvo la ambulancia el pasado viernes 11 de junio para trasladar a un paciente, no cabe menos que hacernos la pregunta: ¿A dónde vas Ourense? Que la colocación expansiva de terrazas, primando más el negocio del ocio que la atención urgente a un paciente o una intervención de bomberos por un incendio debería hacer recapacitar a todas las partes implicadas, no solo a hosteleros y clientes, que bien pudieran ser ellos los afectados, sino al propio Concello de Ourense. Pero pedir sensatez en este caos parece una demanda más que ilusoria.