Planchado se queda uno cada vez que pasa por el barrio de As Lagoas, en la esquina del Portovello, detrás del instituto. Y es que a diario aparecen cosas nuevas en esta zona. Un día es la tabla de planchar, otro es una vieja pantalla de ordenador, al día siguiente...vaya usted a saber. La ciudadanía debe acostumbrarse a llamar a los servicios de recogida de este tipo de utensilios, o llevarlos directamente a un punto limpio.