Por fin se nota que estamos en verano, ese calor tan aguardado por la gran mayoría después de un largo invierno que se fagocitó incluso la primavera.
Y en ese desconcierto de quita y pon ropa -las noches quedan fresquitas- a alguno, o algunos, parece que se le olvidaron algunas prendas en este espacio de solaz situado debajo del puente de Marcelo Macías. El lugar muy idílico no es, pero para gustos...