Miles de litros desperdiciados.
Mientras la zona termal sigue inutilizada para los usuarios debido a la crecida del río Miño, un problema al que habría que buscarle una solución de ingeniería para seguir aprovechando los recursos de los manantiales, nos encontramos con que el agua, previsiblemente de la traída de la ciudad, sigue vertiendo en la charca de las termas del Muíño da Veiga.