Está muy bien y es una buena medida la colocación de contenedores para la recogida de aceite en sitios estratégicos de la ciudad, pero el mobiliario urbano también necesita de ciertos cuidados para tenerlo operativo, de lo contrario es peor el remedio que la enfermedad. Como ejemplo lo que ocurre con el recipiente ubicado en la calle Saínza con Ramón Puga, que al no poder introducir las botellas los usuarios optan por dejarlas al lado, con el riesgo de que el aceite termine esparcido por la acera.