¿No hay otro lugar donde colocar este contenedor?

Quienes tienen la potestad de marcar los lugares en que se han de colocar los contenedores, parece que andan un poco erráticos o, como este caso del recipiente de recogida de vidrio situado al lado de la Catedral de Ourense, da la impresión de que además les falta sensibilidad, pues es un atentado a un monumento histórico que llama la atención a propios y extraños.
Sin embargo, analizado fríamente, el lugar escogido demuestra que el argumento utilizado es puramente económico, con tantos bares de los vinos en los alrededores.

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