¡Qué pesados que son!

Mira que no nos dieron la matraca con dos elecciones seguidas y la ciudad (y lo que no es la ciudad) empapelada sin piedad con sus carteles electorales. Mira que la ley dice bien claro que han de colocarse en los lugares autorizados. Mira que dice que han de retirarse al finalizar el proceso electoral... Pues nada. Ellos, erre que erre emporcando las calles. En la foto, tomada en la ciudad,  le toca a ese señor de izquierdas, pero en esto son casi todos iguales. Ya está bien, y si no... multa al canto que el culpable firma su delito y todo.
 

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